miércoles, junio 27, 2007

43. A punto de acabar...


Antes de empezar con el post en sí, quería disculparme por mi ausencia en vuestros blogs. Ahora que previsiblemente contaré con más tiempo espero subsanar este descuido. Como veis, tampoco he actualizado mucho mi blog, supongo que eso vale como eximente...


Ahora toca hablar del final. Del final del curso, no el del verano, pese a que le pese a Chanquete. Quién nos iba a decir en septiembre, cuando se veía una especie de montaña inabarcable, que acabaríamos por llegar a la cúspide. Y ha sido demasiado rápido. Todos los cursos pasan así, volando. Cuando mejor estás, llega el momento de la despedida. Aunque seamos honestos, el cansancio ya hacía mella. Yo no sé si el cansancio o mi despiste generalizado, pero el ritmo de perder cosas estaba acrecentándose de forma peligrosa.


Hoy hemos entregado las notas. Con prisas, para variar, entre que han abierto el instituto tardísimo y el horario de secretaría va por su propia cuenta. De modo que casi a falta de media hora ni tenía las notas. Apenas me ha dado tiempo a pensarme las dedicatorias que les he puesto en los boletines. Les he dado las gracias por la tutoría que he tenido (sin ironías), he echado la bronca a los que se han sobrecargado de suspensos y a casa.


Alguna despedida que otra (hay que escabullirse de ese momento, puede ser peligroso, no vayas a ponerte sentimental...) y a esperar a septiembre, aunque mi porcentaje de suspensos ha sido paupérrimo. En música, sólo he suspendido a los que han abandonado y a una niña que se merecía un castigo porque pese a mis avisos porque se estaba descuidando ha seguido en sus trece. En refuerzo, todos aprobados (entre que la asignatura es lo que es y que la mayoría van a Garantía...); en mi tutoría, dos suspensos (los que no hacen nada) y en 4º uno (otro que tal baila). Lecturas para verano, la confección de un diario de las vacaciones, ordenar el cuaderno y estudiar un poco.


El viernes claustro y a descansar. A lo mejor a mi compañera de lengua le deja de llamarme "pibón" por los pasillos (le encanta ponerme colorado), esté vacío o lleno de profesores y alumnos y podré respirar tranquilo, jeje. Lo malo es que lo más seguro no pueda repetir aquí porque con la descoordinación habitual que derrocha este centro van a perder el primer curso de diversificación y no creo que la plaza a la que podría optar la saquen. Después de tres años cambiando no me habría importado, sobre todo por los alumnos, hay muchos a los que me gustaría hacer un seguimiento porque están en delicados momentos, en la cuerda floja, y pueden caer o tirar para adelante.


¡Felices vacaciones y que no os pase como en el chiste de Forges!

viernes, junio 15, 2007

42. En el tiempo de descuento


Minuto 90, postrimerías del partido. Todo parece decidido. Entonces las miradas se centran en la banda: se decretan varios minutos de descuento y es como si espolearan a los dos equipos... Bueno, más bien, al equipo de los Alumnos, porque el de los Profesores ya está con las reservas, con la lengua fuera y el cansancio trepando por la espalda.
Bueno, estoy hablando en plural y a lo mejor los demás ya han cerrado el partido e incluso puesto las notas... Yo aún tendré que esperar al lunes para ver si me entregan cuadernos, redacciones y me dan la lección (oralmente). Y luego, al Parque de Atracciones. Si llegamos a 20, que hasta para eso ponen dificultades. Sobre todo por mi tutoría espero que se realice la actividad, que llevaban dándome el coñazo desde hace un mes. Pero es que el 4º es indolente incluso en esos extremos...
No he tenido demasiado tiempo para entrar y actualizar. Los escarceos en el área se han mantenido estables a lo largo de estas últimas semanas: tú pides cualquier cosa y los alumnos te la racanean, amparándose en su proverbial falta de esfuerzo y constante justificación paterna. Aun así, me he ido adaptando a los míos y a no ser que cometan el error de creer que no hay descuento y dejen de venir y de entregarme lo que deben, tendré una cuota alta de aprobados.
Entre las jugadas más destacadas de los últimos minutos, hablaría de una alumna que ahora resulta que quiere salir de diversificación porque no habla con sus compañeros y no ha dicho nada hasta ahora; el enfado con otra de mi tutoría porque no quiso decirme el motivo de no ir al Parque, acabar gritando como siempre y diciendo que la "rayo". Tú también me rayas a mí, le contesté enfadado, cuando sólo había pedido una razón y el "no" me parecía insuficiente. Aún no nos dirigimos la palabra salvo para lo estrictamente necesario. O algo más cercano, la huelga de silencio de los de 1º porque les llamé tontos. Desobedientes debería haber dicho, por salir a la calle (instituto en obras) cuando les dije que permanecieran en clase. Pero me hacía gracia: todos callados, sin moverse... Cuando ya les he amenazado con un examen si no trabajaban y me he disculpado, les he dicho que si lo sé les llamo tontos antes...
Siento no haber podido pasarme por vuestros blogs, pero pronto podré (espero) hacerlo y ponerme al día. Muchas gracias por los comentarios, pese a todo.