miércoles, diciembre 31, 2008

109. El sistema educativo español (II)

Siguiendo con el tema de la anterior entrada, una muestra del rechazo del "máster profesional de profesores de educación secundaria y bachillerato"del Plan Bolonia llega a través del Manifiesto de la Junta de la Facultad de Filosofía, que se puede leer pinchando aquí. Se pide, sí, una ampliación del CAP, pero no en los términos propuestos hasta el momento.

Por lo visto, a ese Manifiesto han respondido muchos pedagogos que la defienden, ocasionando críticas a su vez contra ellos. La más furibunda es la que realiza Andrés de la Oliva (y otros 15 profesores), La estafa del enseñar a enseñar, que carga contra "el cuerpo de especialistas cuya función es "enseñar a enseñar"". Habla del fracaso del CAP, pero la solución no les parece satisfactoria: "Nada menos que sustituir el quinto año de preparación disciplinar específica por un Máster de Formación del Profesorado que no es más que un CAP más largo y más caro. Cualquier cosa menos preguntar a los profesores sobre la utilidad en las aulas de la formación pedagógica", y prosigue el texto con el argumento siguiente: "los únicos que saben cómo se enseña matemáticas, gramática o historia, son los que no saben ni matemáticas, ni gramática, ni historia (pero son, en cambio, expertos en enseñar a enseñar cómo se aprende a aprender)".

El texto prosigue por esa línea yo creo que un tanto equivocada de culpar a los pedagogos y confundir al especialista en un tema con el que busca estrategias para aprender. Trata de defenderse de esta ola de críticas José Gimeno, En defensa de la pedagogía, que pide que se busque "otro chivo expiatorio". Ni los pedagogos tienen la culpa del deterioro del sistema educativo ni del fracaso escolar. Apunta que "No impartimos cursos en el antiguo CAP. No estamos de acuerdo ni hemos tenido nada que ver con el diseño del posgrado que lo sustituye" y pregunta lo siguiente: "¿No creen que adueñarse de los éxitos y desentenderse de los fracasos es una arrogancia? ¿No creen que el bajo nivel de los alumnos es una realidad demasiado compleja como para achacarla a un colectivo que no impartimos las clases de las materias?".

Precisamente, sobre autocrítica versa el siguiente artículo, aunque sea por la ausencia de ella. En Algunos males del sistema educativo, Ricardo Moreno Castillo ataca no sólo a los pedagogos ("Entre los males de nuestro sistema está la proliferación de unos presuntos expertos que, usando un discurso vacío, están empeñados en intervenir en la formación de los docentes"), sino también a los profesores de Universidad, "que jamás han trabajado con alumnos de instituto, pero que hablan del tema con el atrevimiento propio de los ignorantes", para acabar con la peligrosa idea de que la Pedagogía debe quedar fuera: "mientras los docentes sigamos reacios a estas necedades, la cosa todavía puede tener solución".

Julián Moreiro alude directamente a Moreno Castillo en Una ocasión perdida, que resume las ideas expuestas por su colega: "la responsabilidad de que haya alumnos que terminen la ESO siendo "incapaces de operar con decimales", "sin saber la tabla de multiplicar" o "redactando mal y escribiendo con faltas de ortografía" recae en una reforma educativa disparatada, en el gamberrismo e indisciplina alarmantes que viven los institutos, en el infantilismo de los alumnos (fomentado por sus padres) y en las "necedades" con que nos regalan los pedagogos y otros "presuntos expertos" en educación. Los profesores, en cambio, "hacemos bastante más de lo que estrictamente nos corresponde" y, gracias a eso, el sistema no se hunde". Por eso termina lamentando la falta de autocrítica que ha quedado patente en la prensa por parte de los profesores.

Conclusiones:
  1. El sistema educativo español falla, aunque no nos pongamos de acuerdo en las causas.
  2. La formación del profesorado es insuficiente, el CAP ha resultado fallido.
  3. Encima, la nueva ley del posgrado no convence. Ni mucho menos.
  4. (Mía, personal): cada uno va por donde le da la gana o le interesa y no hay unión de ningún tipo para mejorar la educación. Ni unión política ni entre nosotros, los profesionales.
  5. En lo único que parece haber acuerdo por parte de todos es en que "El acceso a la profesión de profesor, como a la de juez o a la de médico, no debería hacerse sin haber superado un periodo de prácticas seriamente concebido, tutelado, y remunerado".
Y después de este rollo, sólo me queda desearos un Feliz 2009:

sábado, diciembre 27, 2008

108 El sistema educativo español (I)


Voy a aprovechar este periodo vacacional para dos cosas:

1) Tratar el aspecto del "Tratado Bolonia"

2) Publicar las reseñas de algunas lecturas juveniles que he leído.

Por partes:

1) ¿Por qué este pesado nos quiere hablar del Tratado Bolonia, qué le afecta a él, si es una Ley Universitaria? Todo afecta, todo afecta, y más para los futuros profesores, que tendrán que realizar un Máster (del Universo) para poder ejercer la profesión. Y vamos, que es una información de interés general, creo.

¿De qué trata este Tratado del que todos hemos oído hablar por las protestas de los estudiantes universitarios (y no universitarios), pero del que pocos conocemos salvo vaguedades?

Simplificando (y valiéndome de un artículo de Francesc de Carreras, Bolonia y el máster), "El nuevo sistema organiza los estudios universitarios en dos ciclos, grado y posgrado, constando este segundo de un máster y un doctorado. El grado -cuatro cursos- es equiparable a lo que hasta hoy se ha denominado licenciatura, aunque con una diferencia no menor: para acceder al ejercicio profesional se deberá cursar, por lo menos, un máster que puede durar uno o dos años más. (...) La clave para entender este nuevo sistema está en el crucial papel del máster: te da acceso al mundo profesional y te cualifica dentro del mercado laboral. Exagerando un poco, el grado será considerado, social y laboralmente, como el bachillerato actual, aunque bastante más especializado".

Luego habla de que habrá que ver qué universidades (si la pública o la privada) contará con mejor posición para implantar un máster de más calidad, y llega a la conclusión de que será la privada porque "tres características de las universidades públicas las hacen, en cuanto al máster, poco competitivas: mala financiación, gobierno corporativo y gestión burocratizada. (...) Consecuencia: el máster será de más calidad, su título será más valorado en el mercado, pero sólo algunos, seleccionados por razones económicas, podrán acceder a él.".

Con esta nueva Reforma educativa (LOE) a la que pertenece este Tratado, pues, parece que se quiere que las universidades españolas se equiparen a las europeas (¿?) y al margen de otras consideraciones y ya ciñéndonos a la secundaria, al documentarme he visto que la LOE es la segunda reforma educativa que se acomete en dos años y la sexta de la democracia. Ojo al dato: el 71% de las leyes orgánicas cuenta con consenso. De las educativas, ninguna.

La LOE entrará en vigor el próximo curso con un cambio destacado: el programa de estudios deberá incluir una asignatura alternativa a la de religión. Y entra en juego la polémica Educación para la ciudadanía (y sus problemáticas puestas en la Comunidad Valenciana con Camps, que ha dado la matraca para que se diera en inglés, o en Madrid, donde Esperanza alega la objeción de conciencia o algo así para saltarse a la torera una disposición legal de ámbito nacional).

Queda claro que la Educación es un instrumento arrojadizo político entre PSOE y PP y mientras todos los ciudadanos perdemos, el peligro es que "Algunos mensajes políticos están provocando que las familias de las clases medias aparentemente laicas estén llevando a sus hijos a colegios concertados religiosos, porque se dice que los públicos están llenos de inmigrantes y baja el nivel de estudios" (reportaje de Susana Pérez de Pablos, La educación, el campo de tiro político).

Aunque los medios de comunicación y los poderes políticos se han centrado únicamente en la polémica de la Educación para la ciudadanía o si la Religión ha de darse en la escuela (esto antes), y se han referido los informes del estudio PISA, me parece distraer la atención de lo verdaderemente importante: analizar dónde está fallando nuestro sistema educativo. En la segunda parte, mostraré algunas de las opiniones al respecto.

martes, diciembre 23, 2008

107. Últimos días

No sé por qué en nuestro instituto las evaluaciones, con eso de que vayan las evaluaciones con el mismo número de días, se hacen tan pronto si al final las notas se dan al final como en todos los lados. Estos últimos días se han hecho larguísimos. Si no fuera por algunas compensaciones (que no descompensaciones, eso el anterior post, jeje), creo que no habría podido llegar (y casi no llego, de hecho, por una reacción alérgica al ibuprofeno...):


Como por ejemplo, la Comida de departamento que queremos institucionalizar para todas las evaluaciones. Un restaurante gallego, unos chupetes, varias fotos, muchas risas. Más o menos esos fueron los ingredientes. Si juntamos los chupetes y las fotos en un mismo momento y encima pasa alguien por ahí, el resultado es una cara de perplejidad tremenda de ese viandante que si se entera de que esos seres que posan con chupetes son profesores nos denuncia en ese mismo momento.

Nuestro compañero J. nos enseñó un nuevo término que sin duda emplearemos: la ESOSIZACIÓN, una mezcla entre exorcizar y ESO que es muy apropiada para referirte a alguno de los alumnos que más dolores de cabeza crean. Y no me estoy refiriendo a mis alumnos, que aunque no se han esmerado mucho con sus cartas a los Reyes Magos (cada uno un tipo, personales, literarias, comerciales...) para practicar el texto expositivo.


Pero no sólo nosotros tuvimos nuestro rato de diversión. Mis tutorandos montaron una fiesta el último día de clase. Compraron kilos de alimentos (sobró mucho e incluso fueron repartiendo por alguna clase), trajeron discos, me hicieron irme a por coca cola al quinto pino porque a las nueve y pico no había nada abierto y luego estuvieron pululando de aquí allá hasta que les dieron las notas.


Dichas notas, por cierto, vinieron acompañadas del primer número de la revista del instituto, que ha gustado mucho (salvo un desapresensivo que la tiró a la basura) y me ha proporcionado un considerable éxito por mi artículo de los inicios (lo puse aquí hace no mucho).


Y bueno, por fin a descansar. Aunque tengo un par de temillas que comentar, así que no os dejaré del todo en paz estos días.

¡Felices Fiestas!

jueves, diciembre 18, 2008

106. (Des)compensatoria


Normalmente, la Compensatoria (una ayuda a un tipo de alumnado con unas características muy definidas: emigrantes o aquellos que tienen una situación familiar desestructurada o en situación económica comprometida) suele ser, al igual que la Integración, una utopía a pequeña escala con una mala (o pésima) realización. Ni ayuda a compensar educativamente ni a integrar a los alumnos con más dificultades.

En muchas ocasiones no existe la preparación suficiente como para llevarla a cabo con éxito. Lo normal, lo que he conocido al menos, es que existan problemas con los profes de Compensatoria e Integración y con los propios alumnos:

Que si no quiero que Fulanito salga porque de tres clases dos las pasa fuera y la que está no se entera, que si no le apruebo porque conmigo no hace nada, que si esto y que si lo otro. Pero en este instituto se sobrepasan los límites del desequilibrio. Hay un jaleo padre con la Compensatoria. Es un caos. Una coña marinera. Todos nos tiramos la patata caliente unos a otros y ninguno ataja los verdaderos problemas: ¿quién se ocupa de estos alumnos y cómo? Por no hablar de los compañeros que no saben por dónde coger esto de la Compensatoria y para nada tienen la preparación suficiente (o bien porque no se quieren enterar, o bien porque las adaptaciones les supone demasiado trabajo, o bien porque pasan, o bien vete a saber qué).

Lo peor es que viene de largo. Este es mi segundo año aquí, pero la gente que lleva más tiempo dice que todos los años es la misma historia. Tiene mucho que ver que no se le da ninguna continuidad al departamento de Orientación. Cada año lo cambian, con lo cual el trabajo que se hace no vale para el año que viene.

Para mí la anécdota que ejemplifica esta (Des) Compensatoria aquí es lo que pasó en una sesión de evaluación. Hablamos de un alumno con una parálisis parcial en un lado de su cuerpo y del esfuerzo que realiza para seguir el ritmo del resto. Pues resulta que la de dibujo, que debía de estar en otra parte, carga contra el muchacho porque dice que no le hace ninguna lámina. La profe de Apoyo le dice que cómo se la va a hacer, si apenas puede coger el lápiz. ¿Hay algún tipo de Adaptación Significativa con este alumno, o simplemente ha sido etiquetado como vago o incompetente? Pues como este caso, a mansalva.

sábado, diciembre 06, 2008

105. Fin de evaluaciones

En el instituto donde me hallo, existe la costumbre de adelantar la fecha de las evaluaciones a principios de diciembre. Así se consigue que los trimestres vayan con un número de días similares y no esté descompensado. Y se consigue sobre todo que los profesores nos volvamos locos cuando en la última semana de noviembre resulta que tienen que estar corregidos los exámenes y puestas las medias. Afortunadamente, este año no me ha pillado el toro gracias a que soy tutor.

¿Eing?

Pues sí, en una reunión de tutores resulta que traen una ficha para el seguimiento de la evaluación. Y yo digo: ¿Tan pronto? Y me dicen: ¿Cuándo crees que vamos a evaluar? Y yo pienso: Ups.
El caso es que estos últimos días he estado hasta arriba de exámenes, correcciones, medias..., y evaluaciones. Tediosas y desesperantes evaluaciones en muchos de los casos. En mi tutoría creo que no pasó eso, aunque no es muy problemática y no es lo mismo que un 2º ó 1º de la ESO, claro.

Estoy tan embotado (he estado ahí ahí de salud estos días, de hecho) que me cuesta quedarme con alguna anécdota o detalle. Sólo puedo decir que me puso de los nervios "mi" profesora de MAE: no se enteraba de que no se podía elegir en la PDA la opción de "No presentado" (aun cuando todos sus no presentados se habían presentado, que esa es otra), se saltó una evaluación de 1º, se echó unas cabezadas en la sala de profes sobre su bufanda o, lo que más me atacaba, siempre iba con un alumno de retraso cuando tocaba hablar de ellos individualmente. Menos mal que no da ninguna asignatura evaluable en mi clase.

Y menos mal que tras el maremágnum llega por fin la calma y el paisaje se tranquiliza.


Ahora lo que toca es aguardar a las vacaciones y, antes, establecer unos parámetros a mis tutorandos para que aprovechen más el tiempo y sigan unos horarios más estables para el trabajo y que así los resultados mejoren. Les he pedido que me hagan un "planning" sobre sus tardes y fines de semana y ahora les estoy recomendando algunas máximas que deberían seguir (en algunos casos, no estar toda la tarde en la calle o viendo la tele o estando en el ordenador). Por cierto, aún no se sabe cuándo se darán las notas...