Ya he hablado antes de Lost, así que, dejando al margen series que no he visto (como Los Soprano o Six feet under -A dos metros bajo tierra-, pendiente por ver próximamente), me referiré a las que he visto:
Dexter, basada en la novela El Oscuro Pasajero de Jeff Lindsay, es un forense especializado en sangre en el Departamento de Policía de Miami, tiene novia, una hermana y, en general, una vida respetable. Pero, por otra parte, tiene un lado oscuro: su incontenible naturaleza psicópata, algo que sólo su padre adoptivo, Harry Morgan, supo ver y adiestrar para canalizar ese instinto, creando en Dexter el llamado código de Harry: sólo da rienda suelta, a través de un escalofriante ritual, a su ansia de matar ocupándose de criminales (que él detecta) escapados de la justicia.
No sólo es lo novedoso de la trama, sino que el ritmo y la dosificiación de la intriga son tremendos y no ha bajado el nivel apenas en las tres temporadas emitidas. Aparte de un elenco de personajes muy consistentes (la hermana policía, Debra, obsesionada en estar a la altura de su padre; la novia, Rita, madre de dos niños pequeños; el padre, Harry, a través de flashbacks o en forma de conciencia; la teniente Maria LaGuerta, el comisario Angel Batista...), la serie te plantea un dilema ético cuando te pones a favor del carismático Dexter, una persona incapaz de poseer sentimientos humanos y que pese a ello intenta integrarse, ya que deseas que siempre tenga éxito en sus trabajitos y que no lo pille nadie. Es decir, te pones de parte del asesino en serie. (Importante: ver en v.o. subtitulada, el doblaje es más asesino que el propio Dexter)
Una mezcla de egoísmo, inmadurez, encanto y mala leche se conjugan en Hank, cuyas contestaciones y salidas son antológicas. Otros personajes completan un universo particular y estrafalario: el editor calvo y amigo de Hank, Charlie Runkle; su esposa Marcy, adicta a la coca; o la hija del prometido de la ex novia de Hank, Mia, una inteligente y rebelde que trae de cabeza a Hank. Las dos temporadas han mantenido un gran nivel de guión.
The big bang theory es una comedia de apenas 20 minutos y sus protagonistas son unos unos "geeks" (personas fascinada por la tecnología y la informática; vamos, como unos frikis, pero en inteligentes), Sheldon y Leonard, a los que se les unen otros dos amigos físicos, Howard y Raj, que alternan con Penny, la joven y guapa vecina de los dos primeros y que supone un notable contraste entre ellos. El personaje de Sheldon es hilarante y sólo por él merece la pena verse.
Por último, True Blood (Sangre fresca) está basada en las novelas de Charlaine Harris, donde la protagonista, Sookie Stackhouse (interpretada por Anna Paquin), tiene poderes telepáticos: es capaz de leer las mentes de quienes le rodean, salvo una, la del vampiro Bill, que desea integrarse en Bon Temps, un pueblo de Luisiana (los vampiros han "salido del armario" gracias a la creación japonesa de sangre sintética).
Si eres capaz de meterte en la trama y darle verosimilitud a esta fantasía, el entretenimiento está asegurado gracias a los dos protagonistas principales, a la inquietante e imprevisible atmósfera creada, a los secundarios (Sam, Lafayette, Jason, la insoportable Tara y una serie de vampiros menos pacíficos que Bill) y a una subtrama de camareras asesinadas que se entrelaza con todo lo anterior.
2 comentarios:
No suelo yo ver series, y de todas las q has nombrado sólo he visto alguna vez Dexter, y más veces The big ban theory, que me encantaa! =D
Yo soy más de ir pasando canales y si algo tiene buena pinta lo veo, pero nada de estar a una hora concreta para ver algo, porque nunca me acuerdo jaja
Un beso
En mi opinión (y según mis gustos) las dos mejores series de televisión han sido "Doctor en Alaska" y "Los Soprano". Recomendadísimas. Un saludo
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