Nos está costando -y de qué manera- el dichoso asunto de la revista que heredamos mi compañera A. y yo. Entre el runrún de que si obviamos y marginamos a los de ciclos (ellos mismos son los que se marginan, pero esto es otro tema), de que si no participan demasiado los alumnos y teledirigimos los contenidos si no queremos quedarnos con la portada y la contraportada sin más, el culmen del despropósito llegó la semana pasada.
Tuvimos que quedarnos el jueves hasta las nueve y pico de la noche porque el de la imprenta nos había impuesto ese plazo máximo para poder hacer las copias. Al margen de que pagamos la novatada y nos costó mucho entre las correcciones y las ordenaciones, el primer problema llegó el día siguiente: las fotos que se habían hecho todos los grupos no podrán salir en este número porque las autorizaciones de los alumnos no han llegado (dejadez de ellos, de los tutores e improvisación de jefatura).
Pero lo peor ha llegado hoy: ¡el impresentable del impresor dice que sus trabajadores no han recibido nada nuestro! (Será porque no han mirado la página web donde nos dijeron que enviásemos los archivos, no te digo...). Así que con estas incertidumbres andamos, mientras se acumulan las correcciones ante la inminente llegada de las evaluaciones.
Eso sí, algo bueno tuvo la jornada maratoniana de ultimar la revista: las correcciones de la entrevista al tutor de 4º de Diver por parte de sus alumnos. He aquí alguna de sus perlas gloriosas:
Tuvimos que quedarnos el jueves hasta las nueve y pico de la noche porque el de la imprenta nos había impuesto ese plazo máximo para poder hacer las copias. Al margen de que pagamos la novatada y nos costó mucho entre las correcciones y las ordenaciones, el primer problema llegó el día siguiente: las fotos que se habían hecho todos los grupos no podrán salir en este número porque las autorizaciones de los alumnos no han llegado (dejadez de ellos, de los tutores e improvisación de jefatura).
Pero lo peor ha llegado hoy: ¡el impresentable del impresor dice que sus trabajadores no han recibido nada nuestro! (Será porque no han mirado la página web donde nos dijeron que enviásemos los archivos, no te digo...). Así que con estas incertidumbres andamos, mientras se acumulan las correcciones ante la inminente llegada de las evaluaciones.
Eso sí, algo bueno tuvo la jornada maratoniana de ultimar la revista: las correcciones de la entrevista al tutor de 4º de Diver por parte de sus alumnos. He aquí alguna de sus perlas gloriosas:
- El tutor era un poco empellón [empollón];
- era imperativo [deducimos que querían decir impulsivo];
- iría haciendo "s"[eses];
- se puso a pegar en la costa pacífica [con saña, podría ser, pese al pacifismo de la costa mexicana en cuestión];
- sus jobies son...;
- obtuvo la beca erani (o eranu, ya no recuerdo bien...).
5 comentarios:
Nosotros tenemos una pequeña revista quincenal en la que planteamos un tema y los alumnos, de manera obligatoria, tienen que escribir sobre él. Luego elegimos sólo los tres mejores textos. Es interesante de esa manera ver cómo se pican en escribir cada vez mejor. Sé que no es lo mismo que editar una revista mayor envergadura, pero quizás te pueda dar una idea.
Éste es el enlace: http://digitalmuralidades.wordpress.com/
Un saludo
Ya echaba de menos estas frases literales de los alumnos. Debes darle mucho jugo a esto; a ti te va a desestresar y a nosotros nos harás reir un rato.
Anda mira que eres empellón con lo de la revista... y qué incompetentes que son algunos. Dí que sí. ¡Critiquemos que es gratis!
Lo del caganer, si la palabra es fea, la idea ni te cuento. se trata de un tronco al que muy ricamente le pintamos una cara y le ponemos una barretina (sombrero rojo cutre, como de pastor) y lo aporreamos a santos palos para que, literalmente, CAGUE regalos.
¿Verdad que te encanta la idea? ;)
Ánimo con las evaluaciones,
supongo que lo vas a necesitar.
Muá!
No me hables de revista, que todavía no está cerrado el número y mira los días que faltan para vacaciones...
Bueno, luego valdrán la pena los esfuerzos y sinsabores.
En eso de la revista andamos muchos. ¡Cuánto se sufre! ¡Qué le vamos a hacer!
Ah, un matiz respecto del comentario del "caganer". La descripción que se da es la del "tió" (el tronco al que aporreamos). El caganer es la figura típica del belén catalán que representa a un pastor defeca. El "marchandaisin" ha popularizado esta figurita con caras de personajes de la política o la actualidad. Pero esta es otra historia.
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