La típica redacción de "¿Qué has hecho en las vacaciones?" o "Qué esperas del nuevo curso" dio lugar a otro tipo de escrito el primer día de clase, tras las presentaciones: les di a leer a los alumnos de 3º y 4º la carta de Esperanza Aguirre, y a continuación, un par de respuestas recibidas (dos artículos de opinión: el de Millás, Profesores, que será además uno de los que comentaremos en 2º de bachillerato; y el de Benjamín Prado, Esperanza Aguirre es Lola Flores en rubio). A partir de ahí, los alumnos tenían que elaborar su propia carta respondiendo a nuestra Presidenta.
Después de haber leído algunos comentarios a la estupenda Crónica de una alumna en el blog de Eso de la ESO, habrá quien piense que alguno de los textos escaneados (pinchad en ellos para verlos ampliados; los presentados en papel de cuadrícula se leen peor) no es real, que un alumno en la ESO no puede escribir ni pensar así (otra prueba más de que mucha gente no sabe lo que se cuece en las aulas) o que el profesor de turno (en este caso yo) les ha intoxicado (porque eso de lavar cerebros, se ve, es exclusividad de Telesperanza, digo, Telemadrid, y con esto no digo que haya incurrido en la misma unidireccionalidad que ella).
Se podrá decir o pensar mucho y mal, como digo, de su autenticidad o de la presunta (dejémoslo ahí al menos, ¿no?) orientación dada por su profesor, pero lo cierto es que en este caos en el que nos han metido nuestra queridísima Consejería de Educación, que ampara situaciones de auténtica prevaricación (y que debería llevar a la cárcel a Aguirre y Figar por imponer la ley del "todo vale" (horarios, afines, maltratos y amenazas) en los centros públicos: ¿hemos de asistir indefensos a que se abran los centros a peregrinos y se deje que campen a sus anchas con sus fastuosas proclamas y banderas, y en cambio que no se permitan pancartas en defensa de la enseñanza pública o se prohiba un festival hip hop por la educación en el IES Ignacio Ellacuría?), los principales perjudicados son los alumnos, y no precisamente porque reivindiquemos (a base, entre otras movilizaciones, de huelgas) el primordial papel que ha de cumplir la escuela pública en una sociedad avanzada.
Lo son porque estos dirigentes piensan que hay (o debería haber) una población de primera (seleccionada, escogida, privilegiada, adinerada) y una de segunda (el resto, ¿o es que eso de que hay clases y clases es algo del pasado?, y si quedaban dudas de que no se antepone la privada y la concertada, echad un ojito a la VIII Edición del curso online “Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación”, que tiene miga).
Sin más tediosos preámbulos, os dejo sus cartas:
2 comentarios:
Hay algunas francamente buenas. Como propuesta es peligrosa, pero está claro que los alumnos han interiorizado los argumentos
Sólo quien no haya leído redacciones de adolescentes puede pensar que son falsas. Yo las leo en inglés, no en castellano como tú, y siempre me sorprenden. Sólo quien no hable con adolescentes todos los días puede pensar que son influenciables, que no tienen opiniones propias y que no saben expresarlas.
¿Le vais a mandar a Esperanza Aguirre las cartas? Yo se las mandaría.
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