Magnífico el reportaje de El País, Generación 'Nimileurista', sobre el auténtico drama de la depreciación de nuestra sociedad. Cuando piensas en una política (o políticas) equivocada(s) y tienes en la cabeza la palabra izquierda o derecha como conceptos difusos, te olvidas de lo verdaderamente importante: cómo hemos ido perdiendo paulatinamente calidad de vida a pasos agigantados. Me da igual el signo político que luzca porque unos y otros nos han deparado este panorama tan deprimente donde la emigración es casi la única alternativa para el paro.
El reportaje dice que lo que hace poco era un símbolo de precariedad, ser mileurista, hoy en día es un privilegio (privilegiado, ese calificativo que usan algunos para hablar de nosotros los funcionarios, pero que nos cuesta tanto atribuir a esos políticos incapaces de atajar los cinco millones de parados o la corrupción galopante y mientras nos tratan de distraer con la "situación estructural" del aborto -hipervinculo a Gallardón con lo que es más que con lo que quiere evitar-, o a esos empresarios que nos instan a trabajar como chinos para vivir como españoles y pretenden más privilegios aún para campar a sus anchas). Esta es la triste realidad de nuestro país.
Que no nos vendan la moto. Como decía Ramoneda en su interesantísimo artículo La izquierda y los tiempos nuevos, "bajar el coste del despido no crea puestos de trabajo, crea desempleo". La reforma laboral es otro retroceso, como lo es la política que se está haciendo en este país, preocupada por los déficits y los equilibrios presupuestarios, y la sociedad, cada vez más desequilibrada e injusta. Un hijo de un político o de un empresario o de un pez gordo no va a sufrir las consecuencias que a la mayor parte de la sociedad le van a ocasionar, de ahí que ellos no vayan a modificar su rumbo. En cambio, el resto, la mayoría, no debemos aguantar que cada año estemos peor que el anterior. Se hace necesaria una revolución que termine con estos desmanes, y partir de la autocrítica (empezando por los sindicatos y siguiendo por el 15M) para acabar con este empobrecimiento. De momento, en clase, hay que proseguir con la labor educativa que ayude a que nuestros alumnos sean más críticos de lo que son y para ello lo mínimo será leerles este reportaje.
2 comentarios:
Hay una viñeta de Forges que está en la línea de las rebajas salariales. Además de "mileurista" nombra otros estadios como "cieneurista" y "unieurista". El chiste gráfico deja de tener gracia cuando uno ve que refleja lo que está por venir.
Me parece muy interesante leer el reportaje a los bachilleres. Seguro que da pie a un debate interesante. Pero... sé positivo, igual cunde el desánimo.
Si es que ya, ni mileuristas... ¡Qué fuerte!
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