Imagen extraída de Paridas Club |
Que viene, que viene, que vino que vino... Y vino peor de lo que pintaba, que ya es decir, a pesar de que alguna barrabasada queda fuera (como eliminar el bachillerato de las artes escénicas).
El anteproyecto de la LOMCE ha sido noticia en los medios por las habituales polémicas que llaman la atención (que si Educación para la ciudadanía fuera y la alternativa para Religión dentro, que si la nacionalización del catalán...; si a esto último añadimos el posicionamiento del mundo del fútbol en contra y que un futbolista hable de algo sobre educación ya es el acabose), si bien parece que en los claustros hay una renuencia inexplicable a debatirla y posicionarse, algo que debería ser obligatorio en todo el Estado (¿qué pasaría si todos los claustros de España dieran datos numéricos concretos sobre la aceptación o no aceptación de dicha ley?). Claro que a lo mejor leer la ley es demasiado esfuerzo...
Sin entrar a valorarla más en profundidad -solo he leído el preámbulo, que ha sido ampliado a 14 apartados, en vez de los 3 del borrador inicial-, los derroteros ideológicos de nuestro gobierno y los titulares de la prensa inducen guanto menos a le inquietud: La reforma gira hacia la concertada, El ministro negociará fórmulas distintas a la financiación en centros privados «si garantizan la misma eficacia» (subtitular de Abc, que contiene una entrevista a Wert que no pienso leer, aunque por encima se ve que tres cuartas partes de las preguntas van en el sentido de la preocupación por el catalán), Cospedal defiende un modelo educativo que sea la envidia del mundo occidental (pues si lo defiende ella, que cunda el pånico), Educación da cobertura a los polémicos docentes nativos contratados en Madrid...
Nada bueno se podía esperar si Wert solo atiende las peticiones de la Iglesia (y eso que cada vez son más notorias las injusticias que conlleva esta asignatura) o de las Comunidades afines, así que la tan cacareada 'C' de la Calidad en realidad hace referencia a la Contrarreforma. Esta ley es la séptima gran reforma de la democracia y aunque era necesaria una revisión, es imposible que dicha ley sea consensuada por los principales partidos políticos o que los profesores intervengan de alguna manera en un proceso tan importante.
La pregunta es: ¿dejaremos vía libre a la privatización (encubierta con toda esta especialización de centros que van a traer "fusiones"), o lucharemos con -parece al menos desde fuera- la misma unidad que nuestros compañeros de la rama sanitaria, quienes han conseguido filtrar a la prensa un dato que suele tergiversarse, que lo privado es más barato: "Cada cama 'privatizada' le cuesta a Madrid 665 euros más que una pública"?
1 comentario:
Recomiendo seguir los blogs de Soy Pública y Profesor de geohistoria para sumar sus análisis y noticias relacionadas. De momento, aparte de lo visible como dices asusta
- la elección a dedo de los directores que luego podrán seleccionar a los profesores y gran parte del proyecto pedagógico del centro
- el baile de asignaturas
- los itinerarios, reforzados a cada redactado, incluyendo el grupo fantasma desde 2º eso
- las pruebas finales de etapa que marcarán todo lo que ocurra en clase
Seguiremos leyendo con horror. A mí también me sorprende que haya profesores que no estén siguiendo el tema
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