lunes, febrero 26, 2007

36. Gamberradas


Por el título a lo mejor habéis empezado a leer un poco asustados, pensando en alguna gamberrada que haya podido sufrir, pero antes de nada, tranquilidad, que el gamberro he sido yo.


A veces las clases son un poco monótonas, así que casi siempre sueles intercalar bromas o comentarios para sacar alguna sonrisa a algún alumno que te pilla medianamente la ironía o el sarcasmo de turno.


A veces hasta me da por dar sustos. Os pongo en situación: mi tutoría, en clase de lengua. Estoy explicando algo y no se enteran, así que elevo un poco más mi tono de voz. Oigo desde el otro lado de la pequeña clase:

Ay, profe, qué gritos metes.


Localizo el objetivo. Es una niña que todo lo que se le pasa por la cabeza lo suelta y además es muy natural. Por suerte es bastante infantil, así que lo que se le ocurre no son burradas. Me acerco a ella lentamente y ella se pone en guardia. Como está tan pendiente, decido suspender mi procedimiento. Pasamos a otro ejercicio y pregunto a otro alumno.


Me da otra respuesta equivocada. La alumna ya no está pendiente de mí. Lo he logrado. Me acerco a su oído y, esta vez sí, grito que está mal lo que ha dicho el otro. La pobre alumna pega un bote y emite un gritito. Y luego esconde la cabeza y empieza a partirse, muerta de risa. Más adelante incluso dice: Porque eras tú quien eres tú, que si no te metía una torta.


(En una corrección de ejercicios me disculpé, que conste. Y suelta en voz alta hoy, que ha sido cuando le he entregrado las correcciones: Qué gracioso el profe, se disculpa, con lo que yo me reí).

miércoles, febrero 21, 2007

35. Mapa en rojo

Folio en blanco. Hay que hacer algo. Se empieza a completar y las palabras van ganándole al vacío. Lees un buen libro y ves que las palabras consiguen infiltrar historias en la tuya propia, hacerte viajar, transmitirte emociones, hacerte sentir cercanos unos personajes... Pero no siempre te toca leer frases literarias (ahora estoy leyendo a Ignacio Aldecoa y qué maravilla de prosa). Puede ocurrir que las palabras acaben enhebrando barbaridades (ortográficas, sintácticas y semánticas) y que el folio acabe hecho un cuadro con un color monocorde: el rojo.

Sí, estoy hablando de los exámenes y de mi exhausto rotulador rojo. Dejando un poco al margen el más reciente, el de historia, como quiera que les di las preguntas el día anterior, he echado un vistazo por encima a los exámenes y sólo me ha llamado la atención que una alumna le ha cambiado el nombre a José de Churriguera, rebautizándole en José de Churriguito...

El núcleo fundamental de correcciones viene del examen de lectura. De nuevo Jordi Serra i Fabra. Di a elegir dos novelas suyas (Campos de fresas, Noche de viernes) y el examen sobre todo consistió en que razonaran respuestas (consignándolo en la hoja como primera instrucción). Estas son algunas de las cosas con las que me he encontrado:

- Juegos de palabras: Me parece que el ac[c]idente fue ac[c]identado
- Frases herméticas: Si poderme me podria pasar no digo nunca que no, pero sobre que yo busque y mate a un hombre que venda eso lo dudo; Por el titulo me suponia algo, pensar que sea asi.
- Visiones apocalípticas: la juventud hoy en día esta muy mal con lo del botellos y las drogas y todo eso. Luego te vas a una discoteca pides algo y te [h]echan algo en el vaso y te dejan drogado perdido

(A este hay que preguntarle por dónde sale, para no acercarse, no vayan a dejarnos drogados perdidos...)

-Un pensamiento curioso, ante la pregunta cuando seas padre, ¿qué decidirás respecto a tus hijos y los fines de semana?: Yo me siento bien por la educación que me estan dando mis padres, que nos han dado mucha libertad y haría casi lo mismo pero con menos libertad.

Un poco paradójico, pero los propios chicos te piden límites.

A otra cosa, butterfly: Estoy en 4º con el Novecentismo y las Vanguardias. He buscado unas actividades y unos textos para que vean ejemplos. En el surrealismo, me he encontrado esta preciosa poesía de Luis Cernuda:

Para unos vivir

Para unos vivir es pisar cristales

con los pies desnudos; para otros

vivir es mirar el sol frente a frente.


La playa cuenta días y horas por

cada niño que muere. Una flor se

abre, una torre se hunde.


Todo es igual. Tendí mi brazo; no

llovía. Pisé cristales; no había sol.

Miré la luna; no había playa.

Qué más da. Tu destino es mirar

las torres que levantan, las flores

que abren, los niños que mueren;

aparte, como naipe cuya baraja

se ha perdido.

PD interactiva: necesito temas para redacciones. ¿Sugerencias?

miércoles, febrero 14, 2007

34. Cinco apuntes



1.
............

Así debería ser mi post: sin palabras.

Porque uno va a hacer de Cupido con toda su buena intención (aunque al final sólo he repartido dos tarjetas, todos los amores o están fuera del insti o son imaginarios) y va y recibe un tarjetón enorme (foto), dividido en dos partes: la izquierda donde los chicos dejan sus dedicatorias (“de tus niños”, pone) y a la derecha las chicas (“de tus niñas”), donde lo que más repiten es que me quede y donde dicen cosas muy, muy bonitas.

No sabía ni dónde meterme, lo único que se me ocurrió así a primera instancia fue decirles: “mi nombre va con tilde”, jejeje. Así que ahora me toca pensar qué hacer para corresponderles.

2.
Día breve hoy: tras las tres primeras horas, hemos ido al cine con los de 4º Div.

¿Qué más apropiado para un día como hoy que La novia cadáver, de Tim Burton? ¡Nada! Qué preciosidad de peli, si no la habéis visto y aún os queda San Valentín, regalárosla.

3.
Como no todo va a ser felicidad, el mal rollo ha venido en la reunión de departamento de orientación, con tirón de orejas del director por la pasividad e ineficiencia de dicho departamento. La orientadora a lágrimas. Es una historia demasiado larga de contar y más cuando yo soy un simple espectador. Se puede resumir en que es un ejemplo más de lo que ocurre cuando hay incomunicación.

4.
Clase de 4º. Les pasan una encuesta sobre sexo y les dejo 5 minutos para que la rellenen. Pocas, casi ninguna duda. Hasta que, ya fuera de lo que eran las preguntas y formaba parte de lo que era la encuesta en sí, una me pregunta: Profe, ¿qué significa uso de relaciones sexuales coitales?

Tras pensarme cómo contestarle, opté por el lenguaje gestual, gráfico: uno dedos pulgar e índice, formando un círculo, e introduzco el dedo de la otra mano repetidas veces.

5.
Un olvido: me dejé a frikifive en el limbo y eso que fue lo mejor del pasado martes: en medio de la película, se ve que entran destellos de sol. Me giro y veo que alguien mueve las cortinas. Imagino que es la coordinadora, pero me centro en la película; de pronto, se escucha un móvil, de estos con el volumen del timbre creciente.

Tendríais que haber visto el show de la señora a la que le sonaba el móvil (no sé si es que se puso nerviosa y no sabía si cogerlo, si apagarlo o que la tierra se la tragara) tratando de salir de la sala, haciendo levantarse a su fila, recorriendo por delante el sector de la derecha y buscando la salida (que llevaba buscando con anterioridad, por eso el movimiento de cortinas). Al final, lo consigue, se va, pero... ¡contesta justo en el pasillo de al lado y se pone a pegar voces!, con lo que todos la oíamos perfectamente.

¿Reír, o llorar?...

miércoles, febrero 07, 2007

33. Mucho + que cine


Mientras avanza la iniciativa “cupidesca” y periodística, ayer por la tarde acudí a un curso que me parece una estupenda idea: llevar el cine a las aulas (si va, enlace en la imagen). Pero no simplemente coger a los mochuelos y ya, no; previamente los profesores visionamos la película y asistimos a una charla-coloquio con invitados como los propios directores de las películas (de varios países: Alemania, Francia, Inglaterra, España), con lo cual estás preparado para guiar la actividad antes de llevar a tu clase al cine.

La que vimos ayer fue la recomendable Comme una image (Como una imagen), de Agnès Jaoui (2004), una película muy interesante: cotidianeidad, humor ácido, acertados retratos de personajes y crítica (social, familiar) se conjugan (más info, pinchar en el enlace).

Tras la filmación, llegó lo mejor, y no sólo porque vino la directora, que se defendía con el español, ni por sus respuestas, que denotaban que ella era una mujer muy sensata e inteligente, sino porque asistí a un recital de despropósitos en forma de preguntas-comentarios. Como dijo mi compañera de instituto, “hacen avergonzarse de la profesión”. Haré un resumen de dichas intervenciones:

Frikioneprofesioneril: la 1ª en romper el silencio (lo típico, te dicen que podemos hacer preguntas y todos callados como muertos. Directora: sois más cobardes que los estudiantes de universidad de por la mañana; no pasa nada, no temo el silencio. Se echa para atrás y al instante vuelve a incorporarse al micro, con vis cómica: bueno, sí temo el silencio). Hasta ahí bien, el inicio de la señora mayor. Que luego estuvo un buen rato de cháchara y opinión, preguntando poca cosa. Más adelante, se saltó el turno de palabra arrancándose a hablar sin micro –porque yo lo valgo–, teniendo que acercárselo al rato.

Frikitwoprofesioneril: no me ha gustado la película, se arranca [oye, libertad de opinión, hasta ahí normal]. Luego empieza a embarullarse y su crítica consiste, grosso modo, en que le parece un final demasiado duro, demasiado realista (¿?).

(Majo, el ciclo Walt Disney por la otra puerta...)

Frikithreeprofesioneril: yo quería disentir y defenderte, para que no te vayas mal (sí, claro, afectada del todo), y tengo que decir que me ha ENCANTADO la película, y... BOING, BOING, BOING, peloteo hasta la náusea.

Frikifourprofesioneril: siguiendo un lenguaje políticamente correcto, un hombre de color, (guineano parecía, por el acento): Bla, bla, bla..., conforme habla y escucha su voz amplificada por el micro (como le pasaba a la mayoría), más se gusta. Inicia una observación sobre un tema tangencial, secundario, por no decir que testimonial: la creación literaria. Acaba la intervención como la empezó y la directora y el moderador disculpándose porque no han entendido la pregunta, elaborando una respuesta de cortesía.

El hombrecillo replica, contraataca: Por alusiones, empieza. Y se enreda con otra absurda explicación que no pude seguir (nadie pudo. Daban ganas de sacar el pañuelo blanco y, cual socio del Madrid, gritar: Fuera, fuera, fueraaaaaaaaa).

Ante el cariz que estaba tomando la cosa, toma la palabra JovenEducadora; hace su valoración y apostilla (o remata) recordando a los presentes reducir sus turnos de palabra para que puedan todos preguntar. Somos educadores, hachazo.

Y también fue buenísimo el final: al salir había cola para firmar. Me giro y veo juntos... ¡A frikitwo y frikifour –el crítico y el sonado– hablando! Imagino la conversación:

Yo te entiendo, frikitwo, no sé cómo los demás no.
Y yo a ti, frikifour, coincido en tu apreciación.