lunes, diciembre 24, 2007

63. ¡Felices Fiestas!

Qué mejor forma de felicitaros las fiestas que con un villancico:



Es el mejor villancico que he oído nunca y espero que os guste. Acabará pegándose el "oveja, eh, oveja, eh, naranja, eh", aviso :p


¡FELICES FIESTAS!

jueves, diciembre 20, 2007

62. De villancicos navideños

Llega la Navidad y se nota en el ambiente... La gente respira felicidad, las luces navideñas adornan las principales calles, el Corte Inglés está que rebosa... Acaban las evaluaciones y el poco interés de los alumnos se transforma en total desinterés por dar clase y hacen pellas (campanas, novillos).

Que digo yo: ¿para qué vienen a clase si no traen ni los cuadernos? Entiendo más a los que se quedan en casa que a los que vienen al instituto y te toman como un mono de feria, que sólo quieren que les entretengas un rato porque en casa se aburren.

Pero bueno, es Navidad y hay que hablar de cosas buenas:

¡Me han dedicado un villancico!

En 3º. Ya me habían avisado el día anterior: ¿podemos salir mañana 10 minutos a prepararte una sorpresa? Puedes pensar que a lo mejor van a fabricar una bomba casera o cargar sus recortadas, pero como no es el caso, te esperas cualquier cosa. Lo cierto es que llegó el día y se sumaron a los tres alumnos que me pidieron esos diez minutos otras dos niñas, que al entrar se encargaron de darle a la pandereta.

A mí estas cosas me dan mucha vergüenza y además tengo memoria de peSesito, pero el estribillo decía algo así como: Juli, apruébameee, Juli ponme un dieeez, Juli, Juli, Juli y ya no sé qué. Para completar el show navideño se desabrocharon los abrigos y apareció mi nombre inscrito en sus camisetas:

Y por detrás de mi nombre (bien acentuado, lo cual agradecí mucho), unas dedicatorias. Le dije a uno de ellos que hasta me sentía culpable de haberlo suspendido (no entiendo bien cómo después de que haya aprobado todos los exámenes, no haber cedido en el trato que me propuso de aprobarle la 1ª evaluación a cambio de sacar un 7 al final y suspendiéndole por no entregar el cuaderno y no leer la lectura le caigo tan bien).

Luego me preguntaron si alguien me había cantado un villancico antes y les reconocí que no, que a nadie se le había ocurrido...

Este tipo de detalles compensan el decreciente nivel de estudios (próximo post, pronto ahora que pasó el ajetreo de las evaluaciones y las medias y demás) y de interés por la educación en este país.

Y ya que estamos aquí y se avecinan fechas propicias, aprovecho para desearos a todos unas Felices Fiestas. Que lo paséis muy bien (y que pasarlo bien sea un concepto diferente al de los alumnos que quieren pillarse un buen pedo...) y sepáis disfrutar de lo bueno de estos días.

lunes, diciembre 03, 2007

61. Un problema de narices...


Vale. Uno es especialmente delicado en asuntos relativos a los (mal)olores. Que en el metro en ocasiones tenga que contener la respiración (o directamente marearme), pase; que algún alumno posea un déficit en los hábitos higiénicos, pase también (pero que pase con la ventana abierta). Pero si os digo que el tufo proviene de una compañera de departamento, ¿qué hacer?

(Aparte de huir del departamento cuando aparezca, claro).

Agh. Menos mal que no soy el único en haberlo notado. Esa especie de mezcla entre sudoración, ropa no lavada en semanas y colonia barata para intentar disimular son un cóctel fatídico.

Por lo demás, estamos a punto de las evaluaciones, justo a la vuelta del ansiado puente. Creo que son demasiado temprano, pero poco podemos decidir en eso. Luego a ver cómo se lidia durante dos semanas con alumnos que ya se creen que han acabado. Supongo que con un poco de exámenes, un poco de biblioteca y un poco de películas (si puede ser, de algún libro leído).

Siento haber confundido (y asustado) a algunos con el juego del test de la entrada anterior; pensaba que con la foto de los bombones sería suficiente... En esta entrada, las ratitas mueltas en forma de zapatillas también acompañan al tema de hoy...

sábado, noviembre 24, 2007

60. Consecuencias de la huelga

Concluida la huelga, las consecuencias derivadas no tardaron en aparecer. A mí me pillaron de imprevisto, quizá debido a mis pocos años de experiencia como profesor, quizá por mi juventud, quizá por ese carácter algo apocado y poco acostumbrado a solucionar situaciones diferentes.


Aunque un profesor siempre está tomando decisiones que pueden influir en la vida de los alumnos, algunas veces se convierte en sujeto pasivo de todo lo que sucede en el instituto y se limita a acatar las decisiones que otros toman, incluso las de los propios alumnos. Las ve venir, como quien dice.


Pero al grano: ¿cuáles han sido las consecuencias del día de huelga? Jamás las habría adivinado, pero puede que vosotros sí. Hagamos la prueba. Pregunta de examen (no copiéis, nada de faltas de ortografía, el nombre al principio de comentario): ¿qué creéis que pasó el día después de la H (huelga)?


Opción a) Estamos en los mundos de yupi, yo he decidido cambiarles el examen al día siguiente y algunos alumnos se me acercan en el recreo y resulta que me entregan una caja de bombones y una postal agradeciendo que cambiara el examen y disculpándose por su actitud. Una dulce forma de alegrarme el día (vale, suena demasiado idílico).


Opción b) Estoy inmerso en una clase sobre Galdós y Clarín, cuando la compañera de inglés interrumpe la sesión y me dice que tengo que acudir a jefatura. Los padres de los alumnos llevan toda la mañana llamando al jefe de estudios para quejarse porque no he cambiado el examen y lo he puesto un día de huelga. Se desentienden de sus hijos durante todo el curso, pero huelen la sangre y atacan como tiburones. El inspector ha sido llamado y el lunes tengo entrevista con él. Deseadme suerte.


Opción c) Vale, seamos realistas, ni tan blanco ni tan negro. No repito el examen, no hay bombones, pero tampoco llamadas de padres enfurecidos. Eso sí, me he ganado la enemistad de mis alumnos, he acabado con el ambiente de buen rollo en clase. Me sabe fatal convertirme en el malo de la película, pero no podía consentir que pusiesen en duda los derechos y decisiones que como profesor sé que tengo.


And the winner is...



.........



......


....


..




¡¡¡!!!


jueves, noviembre 22, 2007

59. Las huelgas y los exámenes...

S. O. S.

Desde el instituto, lanzo una llamada de auxilio.

A ver, cómo explico yo el asunto... Por aquel chico asesinado en el metro por un skinhead, las asociaciones de estudiantes convocaron huelgas. Creo que la legal era la del jueves pasado y los alumnos no se enteraron y la han vuelto a repetir para hoy. Ni idea. El caso es que ni los alumnos me han dicho nada ni yo me he enterado demasiado (para variar). Creía que la manifestación era algo muy puntual, aunque ni he recordado bien que existía huelga.

Y el caso es que tenía puestos dos exámenes para hoy. Uno de lectura a 3º, ya realizado a primera hora, donde me han faltado bastantes alumnos. Y otro de teoría, para los de 4º, después del recreo. Mi pensamiento hasta una conversación con alumnas de este curso es que vale, tú tienes derecho a huelga, pero si la haces, te atienes a las consecuencias. Es decir, si yo hago huelga, a mí me quitan sueldo. Entonces presuponía (y me lo decían cuando yo iba al instituto) que los alumnos si hacen huelga y faltan a un examen, no tengo por qué hacérselo otro día a no ser que haya un justificante de por medio (por enfermedad). No presentarse significa cero. Tampoco tengo por qué cambiar un examen de día y máxime cuando ellos no me han dicho nada hasta el mismo jueves (salvo una alumna a nivel particular) y cuando este examen había sido cambiado de día porque les coincidía con otro.

Yo a los que han faltado no les haría examen; y mantendría el de 4º. Pero una compañera decía que los alumnos tienen derecho a hacer exámenes y no se pueden poner en días de huelga. Así que puede que no haga el examen a los de 4º para quitarme problemas y ya veremos qué hago con los ausentes de 3º...

¿Recomendaciones?...

lunes, noviembre 05, 2007

58. Llamada de atención


Veamos, la situación normal (y esto de normal hay que relativizarlo cuando tengo unas cuantas cajas de Ikea en el salón donde debería haber un sillón y una mesa de comedor, estoy aprovechándome de una red no autorizada y es imposible contactar con ONO...) en una clase sería esta que voy a exponer ahora:

PROFE. Oye, cállate y estudia.
ALUMNO. Perdón, profe.

Bien, eso sería lo lógico, repito, pero ahora voy a describir otra situación que llega de este momento: tras un pequeño control sobre acentos, la idea es ponernos a leer en clase; pero se produce una pequeña discusión entre un alumno y otra, algo sobre una regla y un trabajo en grupo. Como no se callan, decido reclinarme y ponerme cómodo en mi silla. De repente, en el fragor de esta discusión, escucho:

La espalda contra el respaldo y los pies en el suelo.

Era la misma niña de la discusión, que no teniendo suficiente con la bronca a su compañero, se estaba dirigiéndose a mí, aunque tardé en darme cuenta. Lo malo es que me salió el modo obediencia automático y puse mi espalda recta y los pies en el suelo, alejando las rodillas del borde. Tras las risas, me recompuse y le eché la bronca (todo en un tono de broma):

Encima que os dejo solucionar vuestros problemas domésticos perdiendo tiempo de clase, me tenéis esperando a que acabéis, y vas y me dices lo que tengo que hacer.

Lo que no me pase a mí...

(Intentaré pasarme por vuestros blogs, pero el acceso a la red es un poco complicada en estos momentos...)

miércoles, octubre 24, 2007

57. Plagiándome a mí mismo

Como ando tan mal de tiempo, os voy a pegar la penúltima entrada de mi blog para clase (en la última he pedido un aplazamiento para poner nota a lo que vais a ver, además de recomendar El niño con el pijama de rayas, leído en dos días, cuatro trayectos de bus, y que con más tiempo quiero comentar sus pros y sus contras).

Dice así:



La observación (de las personas, en este caso) nos aporta muchos datos y nos permite imaginar historias.

Imagina cómo es {la vida/una semana/un fin de semana/un día/unas horas} de tu compañero. ¿Qué hace, qué le gusta y qué no, cómo reacciona en determinadas situaciones, etc.?

La clave está en la palabra IMAGINAR, ¿de acuerdo? (si pincháis en Imaginar, accederéis a una web con frases sobre la imaginación; si queréis enlazar -aprendedlo porque os lo mandaré en alguna redacción-, tenéis que copiar la dirección que deséeis, pinchar en el vínculo, botón que está entre el color del texto y la alineación a la izquierda).

Luego hago el emparejamiento de las personas, para que ellos no elijan a sus amigos y arruinen el objetivo primordial de la redacción y que tanto he recalcado en la exposición del ejercicio.

Las imágenes para ilustrar el tema de la imaginación son bastante chulas, ¿a que sí?

Sigo abierto a sugerencias para redacciones. Muchas gracias por las ya dadas, como esta misma que aquí os he transcrito ;-)

jueves, octubre 18, 2007

56. "Pa" suicidarse...

Llegaron las evaluaciones cero. Sí, esas absurdas reuniones de profesores para analizar lo poco que se lleva visto y atender posibles necesidades. Algo que en teoría no sería mala idea, pero que acaba convirtiéndose en una retahíla de absurdeces. Este año han sido especialmente inútiles. Si había algo interesante que decir, no ha debido de ser en las que yo he asistido. Porque a mí no me aporta demasiado saber las alergias de los nenes, ni los enredos tormentosos familiares, ni que se produzcan las bromitas o los corrillos de cuchicheos y cotilleos. No sé si porque me tocó ir a primera y salir a última, si porque no termino de congeniar con la gente salvo dos o tres casos (incluyendo mis compañeras de departamento) o si porque fueron especialmente una pérdida de tiempo. Quedémonos con lo bueno: se acabaron.

Supongo que la evaluación del grupo donde imparte clase la compañera de matemáticas tuvo más interés. No me he enterado demasiado de la historia, salvo que un pájaro le llamó hija de puta y encima la clase se inventó una historia extraña sobre que esa profesora se pintaba las uñas en clase (no tendrá otra cosa que hacer, claro), y todo por el olor a pintauñas. No sé muy bien cuál es la relación entre las dos cosas, pero eso son los hechos. Y, como casi siempre en estos casos, no hubo reacción inmediata y el angelito estuvo en el instituto varios días antes de ser expulsado.

Y algo más positivo para acabar: los blogs de mis alumnos van viento en popa (no diré a toda vela, coñones). Tengo algún tema para que me escriban algo (o al menos si me acuerdo :p), pero por si acaso, estoy abierto a sugerencias ;-)

viernes, octubre 12, 2007

55. Hay que andar con ojo

A veces se llevan las cosas a unos extremos un poco ridículos. Lo comentaba con una compi de departamento. Los padres se ponen de los nervios con las palabrotas de las lecturas y en cambio dejan a sus hijos ver series como Los Serrano o no ponen límites para que naveguen por Internet o para que masacren a todo tipo de seres en sus videojuegos. Así no es tan raro que otro compañero nuestro tenga recelo de poner como lectura "De ratones y hombres", de Steinbeck (preciosa novela corta), que narra un episodio violento de unos personajes en una comarca de la América post-crack del 29.

A mí el otro día una alumna mía me dijo que si le podía hacer una nota para que su madre le comprara la novela que les he mandado, Seis cerezas y media, porque como había asesinatos se negaba a comprársela.

De momento no hay mucha cosa destacable en los exámenes corregidos, pero tranquilos, que me quedan tres grupos aún... Y aunque no sea una anécdota mía, voy a transcribir una que contó nuestra jefa de departamento.

Estaba en 2º de bachillerato comentando el leísmo. Le interrumpe entonces un alumno diciendo:

Sí, la verdad es que leemos muy poco.

Me lo llegan a decir a mí y creo que me paso tres cursos riéndome...

(Posts pendientes: uno para hablar de compensatoria e integración; y otro para comentar las diferencias que en un mismo instituto puedes vivir dependiendo de los grupos que te toquen; una compañera nuestra de matemáticas, a quien no conozco, por cierto, lo está pasando fatal al haber sido insultada por unos alumnos)

domingo, octubre 07, 2007

54 Pifias

Soy bastante metepatas, lo reconozco. Quizá por eso me he sentido identificado con la intro de Cuatro cuando iban a la publi, el punto rojo que servía a los protagonistas para esconderse tras una pifia. En vez de tierra trágame, Cuatro trágame. Eso pensé tras abroncar a mis alumnos de 4º por su lectura de la Canción del Pirata. Yo que quería picarles un poco, apelando por una entonación más apropiada para la poesía; entonces van mis niñas y me retan a que lo lea yo.

La luz de los focos incide contra mí y hay que lucirse...

Carraspeasmentalmente, cometes el error de levantarte del sitio y los nervios te traicionan del todo en el primer verso:

Con cien coñones por banda...

¿Coñones? Diossssssss, sí, eso es lo que ha salido de mi bocaaaa... Espero que el fin de semana me sirva para poder volver a mirarles a la cara (la mía seguía más colorada que el punto de Cuatro...). ¿Seguirán confiando en mí a la hora de aprender literatura? Yo en su lugar no estaría muy seguro, jejeje.



Por otra parte, Capeando en los comentarios hablaba de la forma de aprovechar el tiempo a la hora de preparar las clases y es un aspecto bastante complejo. Mi corta experiencia me dice que siempre que programas, tus planes luego no se cumplen, por eso no puedo programar, por ejemplo, con un mes de adelanto, si al segundo día ya me he retrasado de los planes previstos. Porque resulta que algo sencillo para ti a ellos les da muchos quebraderos de cabeza, o te preguntan algo, o el ejercicio no lo entienden... Eso y que trato de darle a los textos mayor protagonismo me está retrasando bastante en 4º. Pero si no programases y secuenciases los contenidos, entonces sí que no avanzarías nada en absoluto.
Por cierto, esta semana empiezan los exámenes, a ver si las pifias cambian de bando...

martes, octubre 02, 2007

53 El huecarro


Huecarro: dícese –ya que hace poco estaba con la definición de una palabra, repito, para ser original– del hueco durante los martes que dura tres horas en mi horario. Concretamente, desde la segunda hora hasta la quinta. Entre medias, nada salvo una guardia de recreo. Tres horitas que van desde las nueve y veinte hasta las doce y veinte más o menos y que me sirven para...

- Reflexionar sobre los matices y sinuosidades de la vida.
- Reventar los récords de los juegos que contienen mi pda.
- Mirar las musarañas y repasar mentalmente la actividad de los osos panda.
- Nada.

Bueno, en realidad me sirve para programarme. Uno de mis puntos flacos es la organización y este huecarro me va a ayudar a planificarme mucho mejor. De hecho, tengo organizadas las clases hasta el puente del 12 de octubre (entre eso y lo que estoy aprendiendo de sintaxis...).

Cambiando de tercio, como José Tomás, que está de moda. Una frase:

Yo es que a primera no rijo.

Dicha by me, en 1º de la ESO: a un niño muy pesado que no hace nada salvo dar por cu......... le recrimino que no se quedara en la biblioteca conmigo castigado el primer recreo y me dice que cuando me vio a primera, no se lo recordé; y en vez de salirme que su obligación era saberlo, me salió eso...).

PD: Significado del helado derretido del pos anterior: el mundo se derrite por el calentamiento global y esa foto es una manera muy gráfica de consignarlo. Entonces la WWF quiere denunciarlo y ha tenido la INICIATIVA de hacerlo a través de esa imagen. ¿Y cómo se llamaba la entrada a mi post anterior? ...

Ahí tienes la respuesta boba a tu pregunta...

jueves, septiembre 27, 2007

52 Iniciativas


He tenido que reflexionar un poco para averiguar por qué en este inicio de curso me encuentro tan a gusto: ¿por los alumnos, más motivados que de costumbre, sin el típico grupo de gamberros? Sí, pero no sólo eso. Tampoco por la editorial del libro (Akal), por fin un buen libro de texto. También ayuda el estar preparando más las clases (un año sin tocar tu asignatura pesa). Tal vez a raíz de eso, me divierto. Y está ahí la clave.

No soy una persona negativa y me adapto a lo que hay; quejarse sólo sirve para amargarse. Disfruté mucho el año pasado, diversificación tiene sus puntos positivos (conoces más a los alumnos, p.e.), pero curricularmente defines un bostezo y resulta algo similar a los conocimientos que impartes en estas clases. Así que me he reencontrado con mi asignatura y me gusta lo que hay. Incluso la sintaxis (ayudado por Leonardo Gómez Torrego).

En este ambiente da gusto tratar nuevas cosas. En 1º se me ha ocurrido ponerles controles orales. Sé que no he descubierto América, pero la novedad está en la forma de puntuarles. Sólo pregunto dos definiciones y en la pizarra, ejercicios (de ortografía, pero puede ser otra cosa). El primer día ha resultado y se han picado. Incluso puedo conseguir que se fijen más en las palabras que escriben...

Y en 4º, si encuentro el aula de informática, aplicaré la “tecnología” del blog para que me presenten las redacciones. Crearán uno ellos y allí revisaré las composiciones que les mande. En comentarios, corregiré (mi sueño dorado :p) fondo y forma o les valoraré sus escritos. Algunas otras ideíllas rondan la cabeza, pero aún están en fase de gestación.

Solución (ya solucionada por nuestros amigos de leyes):

usucapir.
(Del lat. usucapĕre).
1. tr. defect. Der. Adquirir una cosa por usucapión.
MORF. U. solo en infinit. y en part.
[Como para conjugar este verbo, como me pedíais...]

usucapión.
(Del lat. usucapĭo, -ōnis).1. f. Der. Adquisición de una propiedad o de un derecho real mediante su ejercicio en las condiciones y durante el tiempo previsto por la ley.

martes, septiembre 25, 2007

51 ¿Alguien lo sabe?

¿Qué significa el verbo usucapir?

Con esa pregunta me he topado en una guardia de 2º de Bachillerato, donde estaban conjugando verbos para un examen... Al principio ni me había parecido una palabra española y he dudado de la edición del libro que andaba en sus manos, pero el verbo existe, lo he comprobado...

(Para una vez que existe una duda, que me tenga que tocar a mí...)

Hay que contestar sin hacer trampas ni mirar diccionarios ni nada por el estilo. Sólo tú y tu inteligencia, tu memoria o tu capacidad de improvisación. Arriesga una definición inventada y en el próximo post comprobamos los resultados y la solución.


Ya que no está de moda apadrinar niños, resulta que se puede apadrinar palabras... Lo digo por si os interesa, pinchad en el enlace.

(Encontrado por casualidad para ilustrar mi post, no existe ánimo de lucro...)

domingo, septiembre 23, 2007

50. Mohamed

Me faltaba algo por contar, mi encuentro con un alumno de El Álamo. Nada más ni nada menos que Mohamed. Este chico protagonizó una de mis anécdotas más sonadas (ver en mi primer blog) y fue uno de mis principales quebraderos de cabeza ese primer año. Era una fuerza bruta, incontenible, un chico casi salvaje, apenas sabía hablar español y comportarse debidamente en un aula. No por maldad, sino porque serían sus primeros meses en condiciones escolares viniendo quizá de un medio más rural y no habría pasado quieto en su vida más que los minutos en la mesa para comer.



Para contextualizar el post, busqué la entrada referente a tal anécdota y como no sabía bien dónde estaba, tuve que mirar unos cuantos meses. Me ha resultado curioso (aparte de lo muuuucho que escribía entonces) que llevo con los blogs desde febrero de 2005 y me ha gustado ver (aunque someramente...) el camino recorrido y saber que tengo escrita mi trayectoria como profe, pues los tres años de profesión docente están resumidos en estos dos blogs (no viene mal cuando no tienes demasiada memoria :p).

Pero vuelvo a Mohamed y a lo que me pasó el primer día en el nuevo instituto, cuando buscaba dónde era el claustro. De repente, oí un grito:
Eh, ¿no me reconoces?
Así de directo. Miro un chico grandote, con mirada expectante, que me suena muchísimo.
Proceso los datos e identifico el sujeto: ¡Mohamed!

Qué sorpresa. La verdad es que me alegró verle y se lo dije. Él también se alegraba de verme. Quizás resulte un poco extraño, con la de peleas que pudimos tener, pero pese a todos nuestros encontronazos, nos tratamos con respeto. Esto te lleva a pensar que por muy mal que te lo hagan pasar en un aula, hay que pensar en los condicionantes de los alumnos y tratarlos con consideración. Podrán no aprender tu asignatura, pero sí recordarte con cariño en un futuro y eso ya es un logro.

Mohamed ahora va a estudiar un ciclo formativo, electricidad. Le deseé suerte y espero que la tenga.
PD: (para no acabar de forma tan "ñoña", grrrr... Se me ha pasado darle las gracias al boli azul por nominarme para un premio y aunque incumpla un poco las reglas, desde aquí declaro a todos mis enlaces, porque no podría quedarme con sólo siete, como posibles ganadores y susceptibles de mostrarlo con orgullo)

miércoles, septiembre 19, 2007

49. Preparados, listos... ¡ya!


Arrancó oficialmente el curso 2007/08. Ya he conocido a mis cuatro grupos y he de decir que la impresión es bastante positiva. Grupos reducidos (máximo 14 en clase) y chicos en principio majos. Algunos que ya se postulan como pasotas o vagos, pero no tiene mala pinta, estoy contento, aunque un poco preocupado, sobre todo con el 4º, que encima tiene pinta de ser de nivel. Así que entre mi año “sabático” de lengua y mi insuficiente base de sintaxis, me tenéis preparando a conciencia este apartado.

Por cierto, una pregunta a los profes (bueno, a quien se le ocurra): ¿cómo hacéis (o haríais) vosotros? ¿Explicáis un poco la teoría, leéis el libro, dejáis que lo lean los alumnos y explicáis, pasáis rápido a los ejercicios, innováis de alguna otra forma...?

Cambiando de tema, casi hay que aislarse para dar clase. Es mejor no pensar en la situación actual y en los problemas que nos acechan. Cómo está la educación. Si leéis esta noticia, vemos el porcentaje de abandono escolar que tenemos respecto a otros países. Me quedo con el último párrafo para explicar el fracaso que se produce. ¿Vosotros qué opináis?

PD1: amelche, ese tamagochi, igualito, es el que utilicé en mi segundo año. Parece cutre, pero funcionaba estupendamente y el programa informático era muy efectivo.
Capeando, aquí también lo llamamos tamagochi, pero es que me ha parecido tan bonito que hasta podría sentirse ofendido si lo llamaba así, jeje (eso sí, sigue sin funcionar, no he entendido el juego de las bolitas y no navega por Internet; aunque bueno, hoy se me ha olvidado sacarlo de su “cuna” –al menos no me lo he dejado en el bus...). Muchas gracias por el link que me pusiste, he leído el discurso de Paul Auster y me ha encantado. Juanqui-tronqui, que te me vas a enganchar, jajaja. Muchas gracias por todos los comentarios.

PD2: recomendación rockera, quizá no muy actual o novedosa: Juliette and the licks, el grupo de la actriz Julette Lewis.

PD3: en buena hora he tocado la plantilla... Así que digamos que estamos de OBRAS...

lunes, septiembre 17, 2007

48. Últimos retoques antes de empezar



(Más o menos así es mi nuevo compañero de insti. Se llama pedeá, pero le tengo que buscar un nombre. Vale para poner faltas y notas, y tiene windows...)

Antes de entrar en la materia del post, quería agradecer los comentarios aparecidos, en especial ese anónimo que entró con dos entradas de retraso, pero al cual agradezco su firma después de tanto tiempo ignorándome. Gracias, Juanqui, jajajaja.

Y también, resolver la duda de los profesores con plaza. El resumen es que los desplazan. Si es posible, claro. Lo malo es cuando ya han adjudicado los destinos. A los que son funcionarios (con destino o en expectativa, da igual), se les tiene que buscar plaza y mejor de la que tenían. Si ya está todo dado, aunque sea sin horario o sólo con bibliotecas y demás bagatelas. A los interinos, me temo que pierden esa prioridad por su puesto y si no hay ya vacantes, de sustituciones. Una putada, vaya.

Lo gracioso es que muchas veces los profesores exceden las horas máximas y que hay un aumento de alumnos por aula. Veamos esta ecuación: Horarios cargados de más + Clases abarrotadas = Recorte profesores. No me digáis que esta ecuación no ahorra dinero a la administración, ¿eh?

Ya tengo horario. No voy a incurrir en la contradicción de quejarme cuando tenemos media jornada y unos horarios que muchos quisieran. Tres días saldré antes de la una y media y sólo el martes es un día mustio: clase a 1ª hora y hueco de tres horas. Y encima, una séptima hora (hasta las tres y diez) con pendientes de la ESO.

Y bueno, mañana ya, pistoletazo de salida. Preparados, listos...

PD1: ¡La P.D.A. tiene juegos! ¡Que bien me van a venir para esos martes :p.

PD2: Queda pendiente por contar el reencuentro con un ex-alumno con un lugar destacado en mi primer año en el nuevo insti la semana pasada...

PD3: genial El libro de las ilusiones, que me ha enganchado de principio a fin. Un buen inicio con Paul Auster, sí.

jueves, septiembre 13, 2007

47. Quebraderos de cabeza


Cuando suena tu teléfono sin esperarlo pasadas las diez y media, échate a temblar, que suele traer malas noticias. Y si no reconoces la voz al otro lado, recupera el hábito de rezar...

Abandonando estos términos hiperbólicos, aclaro que ayer el motivo de la llamada era “tan sólo” comunicarme que se habían caído dos grupos y que había que volver a pedir grupos.

Se han caído dos grupos.

Vale.

No, vale no, piensa, Julián.

Y es que uno que es un poco despreocupado, rozando el pasotismo, lo recibe un poco con indiferencia. “Ah, bien”. De bien, nada. Lo que pasa es que no sabes qué consecuencias conlleva la caída esta. Cuando el director del centro se pasa por nuestra reunión de departamento y explica que supone que cuatro profesores se tienen que ir, entonces ya comprendes por qué hubo profesores que ni durmieron esa noche. Te puede tocar a ti hacer las maletas. Y la misma putada es para alguien con plaza definitiva, en expectativa o interino. Claro que el que tiene todas las de perder es este último. Máxime cuando ya han sacado las vacantes hoy mismo. Estar un año de bibliotecas y demás miserias no tiene que ser muy ilusionante. Que la mayoría de los profes –imagino– no somos estrellas de fútbol venidas a menos a los que sólo les interesa cobrar su sueldazo aunque no jueguen un partido. Primero porque no tenemos esos sueldazos. Segundo porque te pica eso de tratar con grupos humanos.

Supongo que si fuera de otra manera, habría encajado las consecuencias incluso con más entusiasmo. Sí, entusiasmo, que estoy jugando con que yo me sé la historia y tú, que me lees, no. Y es que al final la cosa ha quedado bien desde el lado egoísta de lo que a ti te pasa, olvidándote de los tres que se tienen que ir y a los que esperas encuentren un destino si cabe mejor del que tenían. Al cuatro profesor que tenía que marcharse le han conseguido retener (en este caso, mi compañera de departamento) desdoblando los terceros y cuartos. Es decir, en estas clases tendremos encima menos alumnos que al principio.

Se puede ver también como positivo que ya no tengo tutoría (aunque uno tiene tendencias masoquistas y hasta lo echará de menos). El resto, cambio de cromos, aunque hubo una primera rueda donde mis cartas sobre la mesa fueron horrorosas (no sé cuántos refuerzos y hasta una optativa de teatro). Cambio un 2º por un 1º y en vez de un curso de 3º, dos.
PD: llamamiento a la población en edad fértil: ¡PROCREAD! Que a este paso no hay alumnos y sobro :p

sábado, septiembre 08, 2007

46. Primeras impresiones


Si decidiéramos emplear una primera impresión como algo definitivo para asignar una fundamentada opinión o, peor, un juicio definitivo, este nuevo instituto quedaría marcado con una equis roja y la frase más apropiada al referirme a él sería “sálvese quien pueda”.

Porque la primera impresión me llegó a través de un caótico claustro. Cada vez que diga claustro, diré horror. Van a ser eternos, ya que me temo que es uno de estos centros donde hay grupos enfrentados y cualquier motivo vale para organizar una disputa. En este caso, trataba sobre la ubicación del aula de castigados. Tuve que sobrellevar el momento como pude (es decir, alimentándome con una barrita energética y pasando bastante del tema).

Pero no hay que enquistarse en las primeras impresiones, hay que escarbar. Además, los primeros días en un centro nuevo son extraños. En primer lugar, porque tú eres un extraño, te sientes como tal y yo creo que el resto de profesorado igual. Como yo no soy muy dado a abrirme con facilidad, me suelo disponer a la expectativa, observando y analizando la situación. No soy de los que llegan y enseguida hablan con uno y con otro, sino que me cuesta un poco más adaptarme a los cambios. Espero, pues, que esta primera impresión se deba al influjo de una primera toma de contacto y que todo vaya mejor.

De hecho, después, en la elección de cursos no me ha ido mal. Voy a volver a dar mi asignatura, Lengua castellana y literatura (echaré un poco de menos diversificación). Tres cursos: un cuarto (mi primera vez...); un tercero, del que soy tutor; y un segundo. Para completar horario, dos grupos de refuerzo de lengua de segundo. A ver qué horario me toca.

El jueves, toma de contacto con mi tutoría: primer golpe con el pico para destruir la primera y negativa impresión.

jueves, septiembre 06, 2007

45. Hoy aquí, mañana allí...

Día eterno en mi ya ex-insti. Y eso que me libré de ir al examen de música gracias a que mi compi se hizo cargo. Una aprobada de dos que se han presentado. La verdad es que no miré mucho el examen y me conformé con las actividades. Ya he vaciado el casillero, entregado las llaves y despedido de los compañeros. Mañana (hoy) sin la música a otra parte.

Me quedo con que mi tutoría ha obtenido buenos resultados. Salvo uno que no pega ni palo y que he propuesto que deriven a garantía porque en diversificación está de más, el resto o ha aprobado todo o ha rebajado el número de suspensos a la mitad.

¿Qué más decir aparte de la despedida? Que las sesiones de evaluación han sido no sé si surrealistas o si esperpénticas. Porque vale que uno (yo) apruebe a un alumno con un 3 (y ya había sido generoso) para que titule; o que en esa sesión se produzcan otros tipos de regalos. Al fin y al cabo, ¿qué te cuesta dar un titulado si tampoco hay tanta diferencia entre eso y nada? Pero que ya se produzca en los primeros cursos y que se pase del 1 y del 0 al 5, con peregrinos argumentos que hasta me avergüenza reproducir... Nos quejamos del nivel educativo y luego somos los primeros que tiramos piedras sobre nuestro tejado.

Intervención del día (o de la semana, o del mes, o del año), refiriéndose a un alumno:
J.E.: nada más que ha puesto el nombre y los apellidos.
Tutor: ¿entonces un 0, o un 1?
J.E.: ponle un 4.
Y salta alguien: joder, menos mal que sólo ha puesto eso, que si pone una frase saca matrícula.

Ese ha sido el nivel. Para que luego digan que las rebajas son en agosto.

PD1: J.E. quiere decir Jefe de Estudios (del primer ciclo).
PD2: hay blogs donde no se me está permitido pasar, incluso personas que me comentan (laurock, p.e.) supongo que por algún tipo de clave o cónclave que desconozco.

miércoles, septiembre 05, 2007

44. ¿Por dónde empezar?


Lo importante de la pregunta del título es que presupone que hay que volver a empezar. Esta pregunta que parece sencilla y que no lo es tanto me sirve de punto de arranque para el nuevo curso y para retomar el blog. Las vacaciones me ha servido para pensar y al final he decidido que merece la pena. El curso pasado estuve a un tris de dejarlo, pero al final he vencido al lado oscuro y tengo intención de volver con energías renovadas.

Ahora, antes de seguir, algunas cosas:

  • - Gracias por estar ahí aunque haya estado tan ausente.
  • - Las vacaciones estupendamente. Para no dar envidia y que os hagáis una pequeña idea, nombraré los lugares por donde he pasado y no será nada en comparación con lo bien que me lo he pasado: Murcia, París, Valencia, Conil de la Frontera (y alrededores). Muchas gracias a los que habéis estado conmigo.
  • - Aclarar el porqué del gato de la foto: es un homenaje a una amiga o, mejor dicho, a la gata de mi amiga (literal, no metafóricamente hablando), que ya no está con ella después de 16 años en los que fue seguramente su amiga más fiel. Ya de paso, un homenaje a todas esas mascotas a las que muchos se empeñan no otorgarles ni siquiera una cualidad que muchos imaginan exclusiva de los seres humanos: sus sentimientos. Va por Missi (y siento haberme metido tanto con ella...).
  • - Vuelvo a cambiar de instituto, pero no de localidad por suerte, ya que en el destino provisional me habían mandado a tomar por cu...
  • - Ya he pasado la fase de prácticas y soy funcionario definitivamente. En expectativa.
    Pero, para cambios, la inminencia de mi independencia (vaya ripio que he soltado...), tras las preceptivas obras. 42 metros cuadrados esperan en breve.
  • - Propósito para el nuevo curso: seguir con el ejercicio (a ver si con mejores resultados...) y estudiar inglés, esta vez desde casa, no sé si con El País o con El Mundo...

Bueno, básicamente eso es lo que ha pasado todo este tiempo de ausencia. Ahora estoy en esos días de transición entre el antiguo instituto y el nuevo, que estoy empezando a conocer. Del nuevo, poco que decir porque poco lo conozco, salvo que es enorme y con lo despistado que soy, me temo que me voy a pasar medio curso perdiéndome por los pasillos.

Y del antiguo, una anécdota de ayer: veo a unas alumnas de 1º y hablo con ellas. Lo típico, qué tal el verano, a ver si recuperas y tal. Entonces me preguntan si sigo y les contesto que no. Respuestas: una suelta “no te vayas, ¿quién me va a aprobar sin hacer nada?”. Y la palma se la lleva otra que va y se arrodilla y me pide que no me vaya... Y yo: “levántantate”. Y ella, no conforme, va y repite... (Momento punto rojo Cuatro)

Lo peor de los finales, echar de menos. Lo mejor, que se puede volver a empezar. ¿Empezamos, pues?

miércoles, junio 27, 2007

43. A punto de acabar...


Antes de empezar con el post en sí, quería disculparme por mi ausencia en vuestros blogs. Ahora que previsiblemente contaré con más tiempo espero subsanar este descuido. Como veis, tampoco he actualizado mucho mi blog, supongo que eso vale como eximente...


Ahora toca hablar del final. Del final del curso, no el del verano, pese a que le pese a Chanquete. Quién nos iba a decir en septiembre, cuando se veía una especie de montaña inabarcable, que acabaríamos por llegar a la cúspide. Y ha sido demasiado rápido. Todos los cursos pasan así, volando. Cuando mejor estás, llega el momento de la despedida. Aunque seamos honestos, el cansancio ya hacía mella. Yo no sé si el cansancio o mi despiste generalizado, pero el ritmo de perder cosas estaba acrecentándose de forma peligrosa.


Hoy hemos entregado las notas. Con prisas, para variar, entre que han abierto el instituto tardísimo y el horario de secretaría va por su propia cuenta. De modo que casi a falta de media hora ni tenía las notas. Apenas me ha dado tiempo a pensarme las dedicatorias que les he puesto en los boletines. Les he dado las gracias por la tutoría que he tenido (sin ironías), he echado la bronca a los que se han sobrecargado de suspensos y a casa.


Alguna despedida que otra (hay que escabullirse de ese momento, puede ser peligroso, no vayas a ponerte sentimental...) y a esperar a septiembre, aunque mi porcentaje de suspensos ha sido paupérrimo. En música, sólo he suspendido a los que han abandonado y a una niña que se merecía un castigo porque pese a mis avisos porque se estaba descuidando ha seguido en sus trece. En refuerzo, todos aprobados (entre que la asignatura es lo que es y que la mayoría van a Garantía...); en mi tutoría, dos suspensos (los que no hacen nada) y en 4º uno (otro que tal baila). Lecturas para verano, la confección de un diario de las vacaciones, ordenar el cuaderno y estudiar un poco.


El viernes claustro y a descansar. A lo mejor a mi compañera de lengua le deja de llamarme "pibón" por los pasillos (le encanta ponerme colorado), esté vacío o lleno de profesores y alumnos y podré respirar tranquilo, jeje. Lo malo es que lo más seguro no pueda repetir aquí porque con la descoordinación habitual que derrocha este centro van a perder el primer curso de diversificación y no creo que la plaza a la que podría optar la saquen. Después de tres años cambiando no me habría importado, sobre todo por los alumnos, hay muchos a los que me gustaría hacer un seguimiento porque están en delicados momentos, en la cuerda floja, y pueden caer o tirar para adelante.


¡Felices vacaciones y que no os pase como en el chiste de Forges!

viernes, junio 15, 2007

42. En el tiempo de descuento


Minuto 90, postrimerías del partido. Todo parece decidido. Entonces las miradas se centran en la banda: se decretan varios minutos de descuento y es como si espolearan a los dos equipos... Bueno, más bien, al equipo de los Alumnos, porque el de los Profesores ya está con las reservas, con la lengua fuera y el cansancio trepando por la espalda.
Bueno, estoy hablando en plural y a lo mejor los demás ya han cerrado el partido e incluso puesto las notas... Yo aún tendré que esperar al lunes para ver si me entregan cuadernos, redacciones y me dan la lección (oralmente). Y luego, al Parque de Atracciones. Si llegamos a 20, que hasta para eso ponen dificultades. Sobre todo por mi tutoría espero que se realice la actividad, que llevaban dándome el coñazo desde hace un mes. Pero es que el 4º es indolente incluso en esos extremos...
No he tenido demasiado tiempo para entrar y actualizar. Los escarceos en el área se han mantenido estables a lo largo de estas últimas semanas: tú pides cualquier cosa y los alumnos te la racanean, amparándose en su proverbial falta de esfuerzo y constante justificación paterna. Aun así, me he ido adaptando a los míos y a no ser que cometan el error de creer que no hay descuento y dejen de venir y de entregarme lo que deben, tendré una cuota alta de aprobados.
Entre las jugadas más destacadas de los últimos minutos, hablaría de una alumna que ahora resulta que quiere salir de diversificación porque no habla con sus compañeros y no ha dicho nada hasta ahora; el enfado con otra de mi tutoría porque no quiso decirme el motivo de no ir al Parque, acabar gritando como siempre y diciendo que la "rayo". Tú también me rayas a mí, le contesté enfadado, cuando sólo había pedido una razón y el "no" me parecía insuficiente. Aún no nos dirigimos la palabra salvo para lo estrictamente necesario. O algo más cercano, la huelga de silencio de los de 1º porque les llamé tontos. Desobedientes debería haber dicho, por salir a la calle (instituto en obras) cuando les dije que permanecieran en clase. Pero me hacía gracia: todos callados, sin moverse... Cuando ya les he amenazado con un examen si no trabajaban y me he disculpado, les he dicho que si lo sé les llamo tontos antes...
Siento no haber podido pasarme por vuestros blogs, pero pronto podré (espero) hacerlo y ponerme al día. Muchas gracias por los comentarios, pese a todo.

domingo, mayo 20, 2007

41. Peter Pan corrigiendo exámenes...


Estoy yo acercándome al otro edificio, donde se halla el aula de música. En esto que me uno a varios querubines de primero, que van al mismo destino. Entonces algo pasa, supongo que un comentario de una de las niñas que contesto en plan broma o en plan juego, algo que por lo visto no entra en sus horizontes. Entonces, esta niña, toda seria, indignada, me suelta:

Profe, si es que pareces un niño.

Hombre, eso no es malo, pienso. Pero la niña está desatada. Sigue:

Tú eres como Peter Pan, que no quieres salir de Nunca Jamás.

Pero bueno, ¿es que ya no puedo meterles susto en clase, hacer bromas, muecas, picarme con comentarios, seguirles la corriente en sus juegos...? Vamos, me quitan lo que más me gusta, jeje. Como buen adulto que soy, contesto (no son diálogos literales, que conste, mi memoria no alcanza a tanto):

Y tú eres Campanilla. O Pepito Grillo. Mi conciencia. Y para que no seas, te voy a comprar unas alas.

Las buscaré. Pero mientras he estado corrigiendo exámenes. Obviando el cabreo con mi tutoría (les espera bronca mañana), que les doy las preguntas y ninguno me llega a 5, me centraré en las contestaciones estrella:

En este examen de geografía, uno en vez de problemas marginados, me dice que en el Tercer Mundo hay problemas maquinarios. (Bueno, entre otros problemas, ya que cuando el resto del planeta les deja de lado, supongo que por no dejar, no les dejan ni máquinas).

Otro alumno me dice dos características de las ciudades:
1. La ciudad es más grande que un asentamiento rural.
2. En la ciudad hay más habitantes que en el asentamiento rural.


(Juraría que las dos son la misma cosa con distintas palabras. Y luego no saben decir sinónimos...).

Entre los principales problemas urbanos, otro alumno me refiere el siguiente:
Las carreteras se van desgastando y rajando por el paso de los coches.

(Uffff... Habrá que crear una comisión o una conserjería o un ministerio para atajar ese problemón...)

Ya para acabar con esta "maravilla" que ha resultado ser este examen sobre las ciudades, cuando les pregunto que desarrollen el apartado de Ciudades europeas hasta el siglo XVI, uno de los pocos que me escriben un par de líneas, me pone:

Empezaron a verse las primeras ciudades romanas y de Grecia.

De la nada, oiga, de la nada. Como cuando se descubrió América, que vieron tierra de la nada y lo gritaron tan contentos: "¡Tierra a la vista!". Con las ciudades, igualito, una visión...

Y en el examen de historia, ha habido sobre todo un poco de confusión con la nobleza: la negativa de la pobreza a pagar impuestos... (nobleza y pobreza se parecen tanto...). Y otro: Privilegios mobiliarios..." (de nobiliarios a inmobiliarias hay muy poco trecho). Y luego, que el Imperio Napoleónico está en acojeo, en vez de apogeo...

Me voy a dar otra vueltecita, a ver si me peleo un rato con Garfio, que ya que he acabado los exámenes, no hay ajetreo...

lunes, mayo 07, 2007

40. Restando días para el final de curso


(Ilustrativa viñeta de Forges para referir el acuciante problema de la vivienda, ahora que vamos dando pasos encaminados al respecto. Siento que no tenga nada que ver con el post...)
Porque ya no queda nada y no es pecar de optimismo. Después del macropuente de mayo, está “tol pescao vendido”, como decía el guiñol... En clase, sólo queda tener paciencia, que me he propuesto ser más dialogante y menos gritón, todo sea por hacer caso de modelos de pedagogía que he leído últimamente... Eso sí, en el aspecto de paciencia, con los de diversificación hay que tener mucha. No se les puede sacar de sus casillas. Intentas alguna cosa nueva y no quieren, ellos prefieren que les dicte y que ellos, cuales borregos que aspiran a ser, copien. Vale, vale, incluso les quito el examen de pasado mañana, pero van a trabajar el doble.

Con los pequeños, mejor no hablar. Hasta ellos me preguntan que por qué tengo tanta paciencia (no se meten en mis pensamientos, por fortuna...). Entre lo que he dicho antes y que los partes en este instituto tienen menos relevancia que un cero a la izquierda, ahí está su respuesta. Tampoco me voy a poner a pelear contra ellos, aunque alguna guantada me hubiera pedido el cuerpo darla...
(Sin ir más lejos, a dos de primero que son de un carácter prepotente, maleducado y que se creen superiores al resto, tampoco entiendo basándose en qué motivos, que al hablarles el viernes de los castrati, se ve que el tema excitó sus hormonas y a uno de ellos le llamé la atención muy seriamente cuando hacía gestos obscenos de lo que suele hacer cuando le dejan solo en el cuarto de baño:

¿Tú eres tonto del culo?, creo que le dije...
(Vale, ahí lo de la paciencia se me fue).
Y me contesta el otro que a una profesora el año pasado por insultar a un alumno le echaron, a lo cual le repliqué yo:
Tú dices lo del insulto y yo le digo a tus padres y a jefatura los gestos que estabas haciendo.
¿Se puede considerar eso chantaje?... El caso es que no me replicó).

Próximamente (este viernes podría ser) empezaremos con el baile. Mi compi de música me tiene que dar clase antes. Si consigo sobrevivir a la vergüenza y a mi nula capacidad de ritmo, empezaremos (no, no se permite la entrada, ni cobrando).

Y como aspectos más destacados de días atrás, podría hablar de una obra de teatro que representó nuestro instituto, preciosa, llena de sensibilidad, de ritmo escénico, de fuerza, de mensaje (sobre la juventud y los valores que en la poesía podían encontrar para reafirmarse), mezclando distintas artes (flamenco, danza, poesía...), simplemente con un proyector de imágenes y un cd de música. Fabuloso. Conocía del viaje de fin de curso a tres niñas y a otra de jugar al fútbol con ella y no se podía sino felicitarlas, qué emoción, verlas dominando la escena de ese modo. Tienen una profesora que no para de innovar y que le da vida al centro.

¿Qué más? Poco más que recuerde, salvo alguna que otra conversación surrealista:

Profe, ¿te puedo hacer una pregunta? ¿La píldora se la pueden tomar también los hombres para evitar embarazos?
(Todo esto en mitad de clase, porque esta niña entre que no sale del monotema y que cuanta más audiencia tenga, más burradas suelta...)

martes, abril 24, 2007

39. Viaje de fin de curso (II)


Me quedé en el primer día y si bien ya ha pasado la primera semana post-viaje y se me ha quedado un poco anacrónico, continúo:

Saltándome la ortopédica caja de pic-nic que el hotel nos preparaba (incluía: un par de sándwiches revenidos, un sanjacobo en sándwich, una manzana pocha y una mandarina que parecía una pasa, más una minibotella de agua), creo que lo más apoteósico del viaje han sido los guías. El de Barcelona se llevó la palma. De la Barcelona olímpica prometida, nos llevó a Montjuic y al (puaj) Nou Camp, haciendo especial hincapié en acudir a sus tiendas, porque estaban muy bien(¿¿¿???), diciéndonos a cada instante que incluso vendían neveras (ya si tienen neveras es otra cosa, claro; de hecho, le íbamos a hacer una foto, pero no la vimos). Aunque los chicos como las castañuelas, ya que pudieron ver un entrenamiento del Barça (de los buenos sólo Messi entrenaba, aunque a Ronaldinho le vimos de refilón saliendo de su 4x4 de lujo tras su sesión de descanso habitual).

Y de la Barcelona modernista, fuimos al parque Güell, donde la verdadera explicación la recibimos de un hombre mayor, que dejó a los alumnos boquiabiertos con todo tipo de anécdotas transmitidas desde su abuelo, y la Sagrada Familia, donde la explicación consistió en decirnos que una fachada era de un arquitecto (no recuerdo cuál) y la otra de Gaudí. Olé.

Por la tarde, por nuestra cuenta, completamos la visita. Fuimos a las dos casas de Gaudí por el Paseo de Gracia (no recuerdo sus nombres...) y luego bajamos por las Ramblas y nos metimos en el casco histórico, callejas pequeñas, estrechas, con mucho ambiente y que fue lo que más me gustó de Barcelona, junto a la Catedral. Allí vimos el sol por última vez, por cierto.

El jueves, en el Delta del Ebro, bajo la lluvia, recibimos las explicaciones de un guía majete, pero que no callaba. Buf, qué manera de rajar. Los chicos nos veían a los profes, cuando ya llevábamos como una hora de explicaciones, y nos decían que éramos peor que ellos, que cómo le vacilábamos. Y el paseo por el catamarán, con el tío dando alaridos por el altavoz, sin parar, emocionado viendo garzas o pollas de agua a lo lejos. Cuando le dejamos de nuevo en su base, en el autocar, dijo una alumna: “Corre, corre, que se sube”. Hasta nuestro autobusero se meaba...

Estoy saltándome las noches, pero se pueden resumir en una palabra: playa. Bueno, en dos. Playa y botellón. Un poco a escondidas al principio, aunque el último día ya con nosotros delante (para que andarnos con hipocresías).

Ya el viernes, a Port Aventura. Se cumplieron los fatales vaticinios meteorológicos y nos llovió. Por suerte, no cerraron el parque. De 10 de la mañana hasta las 8 de la tarde, los chicos estuvieron montándose en todo tipo de atracciones, empapados pero felices. Como nosotros. Por la mañana a nuestra bola, enfundados en uno de los chubasqueros amarillos con el que me apodaron Piolín; y por la tarde, con ellos. Craso error. Y más porque dejamos el Dragon Khan para la tarde, ya que a mi compi le daba terror incluso acercarse a China y oír cómo tronaba cuando se acercaba la atracción.

Lo mejor de Port Aventura es la Lanzadera (qué pena de foto se perdió cuando nos subieron, yo muerto de vértigo y con la sangre en el suelo que habíamos dejado a no sé cuántos metros de altura y mi compi poniendo cara de perro cuando se dio cuenta de que nos iban a sacar una foto) y el Dragon Khan, donde también montamos y donde nuestros alumnos se compraron nuestra foto, que ahora está en el despacho de dirección...

Y si el día no había sido agotador, al ser la última noche... ¡Discoteca! Quedamos en que nos llevaban y traían a una y sí, para llevarnos muy diligentes, a pesar del diluvio universal que incluso inundó la carretera, pero para regresar, vaya tortura, hasta las cuatro y media nada, entre taxis y furgoneta (y policía y guardia civil, porque una tía estaba medio pedo en una terraza donde nuestros chicos se refugiaron y ya me veía yo yendo al cuartelillo a por ellos...). Aquí los chicos se pasaron horas bailando mientras guardábamos sus abrigos en unos butacones de la entrada. Y luego de guardia en el pasillo, teniendo que levantarnos a las 7 y media de la mañana para la visita a Tarragona. Encima todo el día con los pies empapados hizo que me cogiera una buena tiritona, que por suerte se me pasó a la mañana siguiente con las manzanillas.

Anécdotas: llega un alumno (en la disco) y me pregunta si le puedo hacer dos favores. Dime, le digo. El primero es que si puedo dejar mi abrigo, me dice. Déjalo, mira este montón, uno más..., le digo. Y el segundo que me dejes tu cinturón, que se me están cayendo los pantalones, dice agarrándolos desde los bolsillos. Y no veáis la maña para ponérselo, qué estampa...

Otra gorda, en Tarragona, en el museo: tras ver una peli que no sé de qué era (algo de Tarragona, claro) porque me quedé k.o. (pegándome un susto de muerte con el grito de la guía). Ya antes mi compi había tenido su sesión de vergüenza cuando en el autobús, mientras la guía nos comentaba cosas de Tarragona, tras haber tenido un rifirafe con el otro autobusero (“¿Sus llevo al hotel Casino?”) que era incluso más borde que el nuestro, se encontró con todos los chicos sobando como benditos, sin hacerle ni p*** caso.

Pero el caso es que al salir de esa sala, mi compi me dice algo de unos papeles que supuestamente tengo yo. Por lo visto (recuerdo que iba medio grogui) dije algo como que yo no tenía nada e hice gestos como haciendo entender que la mujer no tenía ni idea o no sabía de qué hablaba, que estaba loca, vamos. Ahí mi pobre compi quiso que se le tragara la tierra, ya que la señora nos estaba viendo y acto seguido dijo que no importaba y siguió la visita a toda prisa. Encima luego se me cayó una entrada a un charco mientras me metía el bajo del pantalón empapado. Todo esto bajo la atenta mirada y las risas de los alumnos...

Y ya, montamos en nuestro bus y volvimos, sin ninguna gota más... Y colorín, colorado, este relato se ha terminado...

lunes, abril 16, 2007

38. Viaje de fin de curso (I)


(Aclaración: Este almendro frente al mar no responde a la realidad. Es la manera que tiene este autor de reflejar su anhelo de haberse encontrado algo así, en vez de los cielos grises, las temperaturas no muy altas y las lluvias frecuentes).

Aunque no he tenido demasiado tiempo desde la vuelta, me parece hasta un gesto necesario escribir una entrada y comunicaros que estoy vivo. Eso sí, voy a emplear una paradoja: estaré vivo, sí, pero estoy muerto, y eso que ya he tenido un par de días para volver a estabilizar rutinas en mi cuerpo, que ha dormido en estos días más bien poco, la verdad. De paso, quiero pediros perdón por no haber respondido a vuestros comentarios ni haberme pasado por vuestros blogs. Trataré de hacerlo en breve.

Puestos a hacer aclaraciones, conviene hacer pronto la segunda: el viaje ha estado muy bien, pese a que como digo no haya contribuido ni el clima (y nos quejábamos en Semana Santa, madre mía que chupa de agua nos ha caído encima) ni la agencia que se buscaron en el instituto (desde un hotel en medio de la nada, repleto de jubilados, con un personal rebosante de simpatía y amabilidad, hasta los guías que no conocían Barcelona, los que no callaban ni debajo del agua –nunca mejor dicho– o las bordes que gritaban a quien entraba en la sala de proyección de una peli que no vi porque me quedé dormido nada más apagar las luces...).

Los chicos se han portado muy bien y no han liado ninguna, por fortuna. Creo que han tenido mucha suerte con nosotros, los dos profes que hemos ido, que les hemos dado una libertad que creo que ni soñaban. Salvo las visitas guiadas, los momentos conjuntos y alguna que otra bronca, solían tener tardes libres o noches, previa hora tope pactada de máximo. Así que creo que se lo han pasado muy bien. Esperemos que en los próximos días, semanas, meses, no haya ningún incremento de la población y todo perfecto...

Me hizo gracia ver el cambio que se produjo desde el viaje de ida (donde llegamos tarde, por cierto...), en el que en cada parada los chicos se nos iban a tomar por saco, escondidos detrás de unas lomas, para fumar; a la vuelta, donde ya no se cortaban ni se separaban de nosotros (y eso que al principio nos tenían marginados). Y con el agravante de que los dos profes apenas conocíamos a los alumnos (que tienen una coña ahora en el insti... Pero quiero creer que es cariño :p).


Y es que en un viaje hay tiempo para muchas anécdotas y vivencias. Quieras que no, une mucho tener un conductor de autobús (autobusero en próximas referencias, vaya) de unos 60 años, cascarrabias, maniático de la puntualidad que nosotros siempre incumplíamos, esplendoroso con su gorrita blanca encajada en su cabeza, sin películas, sin cd's de música (sólo casettes, donde lo más salvable era Luz Casal, Hevia y los gaiteros de no sé dónde...), preocupado sólo por pararnos en sus asquerosas y cutres paradas de carretera o por llegar a la hora de la comida del hotel.


Me dan incluso ganas de decir su nombre, por cierto. ¿Veis normal que cuando vayas a comer o cenar te marquen tu botella de agua o de vino con el número de tu habitación para llevarte el control de esos puñeteros treinta céntimos que les habrá costado las dichosas botellas? ¿Que a los chicos ni les den ese agua basándose en que los del imserso pagan más que los estudiantes y tengan que beber en los bidones con un chorro más fino que el de un señor con la próstata averiada? ¿Que pidas una hoja de reclamación y te venga el estúpido del director quitando hierro al asunto, largándote un rollo insufrible y demagógico, como si esa acción fuera lo peor del mundo?


Entre eso y que apenas se les entendía el español, que había una huésped en el hotel a la que llamábamos la “Pitbull” encima de nosotros, quejándose de que nuestros chicos eran unos sinvergüenzas por robar botellas de agua, cuando era ella la que nos había mangado la nuestra que dejamos encima de la mesa y algún detalle más que no recuerdo, no sé cómo sobrevimos al primer día.


Hasta aquí os dejo de momento, anunciándoos que queda hablar con más profundidad de los guías, de nuestras excursiones, de las anécdotas y alguna cosa más.


(Continuará...)

domingo, marzo 25, 2007

37. Sigo aquí


El 37 ha tardado en llegar, reconozco que a partes iguales se ha repartido la culpa entre la acumulación de tareas (últimos exámenes, evaluaciones) y la desgana. El poco rato que tenía no me apetecía pasármelo pensando en escribir aquí. Pero bueno, disculpas por el abandono, recupero un poco el tiempo y trato de ponerme al día.

Hagamos un resumen. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo?

  • Los mismos exámenes flojos, las mismas recuperaciones, los mismos aprobados raspados en 4º, los mismos resultados mejorables de mi tutoría y mi correspondiente amenaza de pasarme un 3er trimestre encima de ellos, castigándoles a séptimas horas cuando no tengan deberes hechos y con comunicación directa con los otros profes para asegurarme de que no flaquean, el mismo coñazo con los pequeños, tocando el djembe como añadido y un mayor número de suspensos que en la primera evaluación con la correspondiente logiquísima reacción de estos prepúberes:

¿Prometer que van a estudiar más? NO
¿Reconocer que no han trabajado bien y que se corregirán? NO
¿Interesarse por cómo será la recuperación? NO

Reacción (os recuerdo que estamos en la ESO y que la nueva hornada promete):

Profe, apruébame; profe, apruébame; profe, apruébame; profe, apruébame; profe, apruébame; profe, apruébame; así hasta el infinito, con una pequeña variante en ocasiones: me agarran del brazo por si así me entra más compasión. Claro que también me cogen la mano para presentarme a una hermana de una de ellas que está en 1º bachillerato, me suben las escaleras hasta el piso de los mayores y todo para qué. Para ver si encuentran a sus ídolos masculinos de este curso.

  • Las evaluaciones, insoportables como siempre, no hay mucho más que contar, esto es siempre lo mismo.
  • El viernes se pararon las clases a las 12. Una chocolatada y a las 12:30 un acto para dar menciones (que mejor no recuerdo porque para dos o tres que ponen, o bien las obvian o bien no hacen caso al texto que propuse), una obrita teatral y un baile. Volviendo a las pequeñas monstruitas, las veo que están a punto de elongar hasta la quiebra sus músculos del cuello para ver a los mayores y les digo: Si queréis os siento en las rodillas de ellos. Responden, todo convencidas: Síiiiiiiiiiiiiiiiii.
  • He vuelto a jugar al fútbol (en mis horas libres o de guardia). Pero tranquilos, lo de la fisura es parte del olvido, tengo cuidado y... ¡¡Sólo juego con las niñas!! :p (y de portero casi siempre).

Y para el final, la noticia...

  • A la vuelta de Semana Santa me voy con los de 4º de viaje de fin de curso. 25 alumnos para dos profesores. 25 chicos por Cataluña, de los cuales conozco sólo a tres. Ningún tutor o profesor de sus cursos quería hacerse cargo, aunque ahora, al enterarse de que voy, no hagan más que repetir que “con ese grupo (el mayoritario que va es el C) iría con ellos sin dudarlo, son majísimos”. Yaaaaaa. Profesores (si queda alguno) que me leéis, por favor, visiones apocalípticas inspiradas por vuestra experiencia, abstenerla, que ya tengo suficientes cenizos y agoreros en mi instituto. Necesito ánimos y consejos constructivos, jeje.

lunes, febrero 26, 2007

36. Gamberradas


Por el título a lo mejor habéis empezado a leer un poco asustados, pensando en alguna gamberrada que haya podido sufrir, pero antes de nada, tranquilidad, que el gamberro he sido yo.


A veces las clases son un poco monótonas, así que casi siempre sueles intercalar bromas o comentarios para sacar alguna sonrisa a algún alumno que te pilla medianamente la ironía o el sarcasmo de turno.


A veces hasta me da por dar sustos. Os pongo en situación: mi tutoría, en clase de lengua. Estoy explicando algo y no se enteran, así que elevo un poco más mi tono de voz. Oigo desde el otro lado de la pequeña clase:

Ay, profe, qué gritos metes.


Localizo el objetivo. Es una niña que todo lo que se le pasa por la cabeza lo suelta y además es muy natural. Por suerte es bastante infantil, así que lo que se le ocurre no son burradas. Me acerco a ella lentamente y ella se pone en guardia. Como está tan pendiente, decido suspender mi procedimiento. Pasamos a otro ejercicio y pregunto a otro alumno.


Me da otra respuesta equivocada. La alumna ya no está pendiente de mí. Lo he logrado. Me acerco a su oído y, esta vez sí, grito que está mal lo que ha dicho el otro. La pobre alumna pega un bote y emite un gritito. Y luego esconde la cabeza y empieza a partirse, muerta de risa. Más adelante incluso dice: Porque eras tú quien eres tú, que si no te metía una torta.


(En una corrección de ejercicios me disculpé, que conste. Y suelta en voz alta hoy, que ha sido cuando le he entregrado las correcciones: Qué gracioso el profe, se disculpa, con lo que yo me reí).

miércoles, febrero 21, 2007

35. Mapa en rojo

Folio en blanco. Hay que hacer algo. Se empieza a completar y las palabras van ganándole al vacío. Lees un buen libro y ves que las palabras consiguen infiltrar historias en la tuya propia, hacerte viajar, transmitirte emociones, hacerte sentir cercanos unos personajes... Pero no siempre te toca leer frases literarias (ahora estoy leyendo a Ignacio Aldecoa y qué maravilla de prosa). Puede ocurrir que las palabras acaben enhebrando barbaridades (ortográficas, sintácticas y semánticas) y que el folio acabe hecho un cuadro con un color monocorde: el rojo.

Sí, estoy hablando de los exámenes y de mi exhausto rotulador rojo. Dejando un poco al margen el más reciente, el de historia, como quiera que les di las preguntas el día anterior, he echado un vistazo por encima a los exámenes y sólo me ha llamado la atención que una alumna le ha cambiado el nombre a José de Churriguera, rebautizándole en José de Churriguito...

El núcleo fundamental de correcciones viene del examen de lectura. De nuevo Jordi Serra i Fabra. Di a elegir dos novelas suyas (Campos de fresas, Noche de viernes) y el examen sobre todo consistió en que razonaran respuestas (consignándolo en la hoja como primera instrucción). Estas son algunas de las cosas con las que me he encontrado:

- Juegos de palabras: Me parece que el ac[c]idente fue ac[c]identado
- Frases herméticas: Si poderme me podria pasar no digo nunca que no, pero sobre que yo busque y mate a un hombre que venda eso lo dudo; Por el titulo me suponia algo, pensar que sea asi.
- Visiones apocalípticas: la juventud hoy en día esta muy mal con lo del botellos y las drogas y todo eso. Luego te vas a una discoteca pides algo y te [h]echan algo en el vaso y te dejan drogado perdido

(A este hay que preguntarle por dónde sale, para no acercarse, no vayan a dejarnos drogados perdidos...)

-Un pensamiento curioso, ante la pregunta cuando seas padre, ¿qué decidirás respecto a tus hijos y los fines de semana?: Yo me siento bien por la educación que me estan dando mis padres, que nos han dado mucha libertad y haría casi lo mismo pero con menos libertad.

Un poco paradójico, pero los propios chicos te piden límites.

A otra cosa, butterfly: Estoy en 4º con el Novecentismo y las Vanguardias. He buscado unas actividades y unos textos para que vean ejemplos. En el surrealismo, me he encontrado esta preciosa poesía de Luis Cernuda:

Para unos vivir

Para unos vivir es pisar cristales

con los pies desnudos; para otros

vivir es mirar el sol frente a frente.


La playa cuenta días y horas por

cada niño que muere. Una flor se

abre, una torre se hunde.


Todo es igual. Tendí mi brazo; no

llovía. Pisé cristales; no había sol.

Miré la luna; no había playa.

Qué más da. Tu destino es mirar

las torres que levantan, las flores

que abren, los niños que mueren;

aparte, como naipe cuya baraja

se ha perdido.

PD interactiva: necesito temas para redacciones. ¿Sugerencias?

miércoles, febrero 14, 2007

34. Cinco apuntes



1.
............

Así debería ser mi post: sin palabras.

Porque uno va a hacer de Cupido con toda su buena intención (aunque al final sólo he repartido dos tarjetas, todos los amores o están fuera del insti o son imaginarios) y va y recibe un tarjetón enorme (foto), dividido en dos partes: la izquierda donde los chicos dejan sus dedicatorias (“de tus niños”, pone) y a la derecha las chicas (“de tus niñas”), donde lo que más repiten es que me quede y donde dicen cosas muy, muy bonitas.

No sabía ni dónde meterme, lo único que se me ocurrió así a primera instancia fue decirles: “mi nombre va con tilde”, jejeje. Así que ahora me toca pensar qué hacer para corresponderles.

2.
Día breve hoy: tras las tres primeras horas, hemos ido al cine con los de 4º Div.

¿Qué más apropiado para un día como hoy que La novia cadáver, de Tim Burton? ¡Nada! Qué preciosidad de peli, si no la habéis visto y aún os queda San Valentín, regalárosla.

3.
Como no todo va a ser felicidad, el mal rollo ha venido en la reunión de departamento de orientación, con tirón de orejas del director por la pasividad e ineficiencia de dicho departamento. La orientadora a lágrimas. Es una historia demasiado larga de contar y más cuando yo soy un simple espectador. Se puede resumir en que es un ejemplo más de lo que ocurre cuando hay incomunicación.

4.
Clase de 4º. Les pasan una encuesta sobre sexo y les dejo 5 minutos para que la rellenen. Pocas, casi ninguna duda. Hasta que, ya fuera de lo que eran las preguntas y formaba parte de lo que era la encuesta en sí, una me pregunta: Profe, ¿qué significa uso de relaciones sexuales coitales?

Tras pensarme cómo contestarle, opté por el lenguaje gestual, gráfico: uno dedos pulgar e índice, formando un círculo, e introduzco el dedo de la otra mano repetidas veces.

5.
Un olvido: me dejé a frikifive en el limbo y eso que fue lo mejor del pasado martes: en medio de la película, se ve que entran destellos de sol. Me giro y veo que alguien mueve las cortinas. Imagino que es la coordinadora, pero me centro en la película; de pronto, se escucha un móvil, de estos con el volumen del timbre creciente.

Tendríais que haber visto el show de la señora a la que le sonaba el móvil (no sé si es que se puso nerviosa y no sabía si cogerlo, si apagarlo o que la tierra se la tragara) tratando de salir de la sala, haciendo levantarse a su fila, recorriendo por delante el sector de la derecha y buscando la salida (que llevaba buscando con anterioridad, por eso el movimiento de cortinas). Al final, lo consigue, se va, pero... ¡contesta justo en el pasillo de al lado y se pone a pegar voces!, con lo que todos la oíamos perfectamente.

¿Reír, o llorar?...