jueves, enero 24, 2008

68. ¿Tienes talento?



Ahora que está de moda este tipo de programas donde pones a prueba tu capacidad de hacer el ridículo cantar, bailar y no sé qué más, en mi instituto van a hacer una obra musical.


Hasta aquí bien, pero el otro día la jefa de departamento me comenta que el director quiere hablar conmigo.


Ay, qué habré hecho, pienso.


Por fortuna, me pone sobre aviso, que si no, mi cara de asombro total hubiera sido de primera. Y, en efecto, cuando hablo con él, ya puedo negarme sin desencajar mi rostro. Porque me comenta que el chico que lleva la obra me vio receptivo a lo que iban a realizar (pero ¡si sólo le dije que me parecía muy buena idea!) y necesitaban a alguien que caracterizarían como alguien de mayor edad y había pensado en mí. Yo, bailando y cantando. ¿Yo?


Ni tengo oído musical (de ahí el cachondeo el año pasado impartiendo música...), ni poseo ritmo ni sentido escénico. Lo único con lo que cuento es con una dosis infinita de sentido del ridículo, así que...


Más tarde, la jefa de departamento lo comentó con una compañera:

- ¿Te lo imaginas cantando y bailando?

- La verdad es que no, y se echó a reír.


(Por cierto, lo de los monólogos salió muy bien, les gustó mucho y me puntuaron bien; lo que no va tan bien es el hedor de nuestra pestilente compañera, cuya fama por esto y su cara va extendiéndose por el instituto).

jueves, enero 17, 2008

67. Monólogos desde el pupitre

Para el tema de la argumentación, me ha dado por cambiar un poco y en vez de ver lo típico de los ensayos y mandarles realizar textos aburridos, estamos practicando con el Monólogo como forma alternativa de texto argumentativo (cumple todos los requisitos). Al principio todo bien, hasta que los alumnos se han semirebelado y me han dicho que no era justo que ellos tuvieran que hacerlo y yo no, así que no me ha quedado más remedio...

Y como ya soy mayor para decirle a mi papi que me haga los deberes, le he pedido ayuda a la persona que considero más experta - de las que tengo a mano- en la materia de hacer reír a través de sus textos (además de monólogos, guiones de series de televisión, de programas, y si se pone, hasta de cine, por no hablar del blog tan divertido que tiene... ¿Ha sido suficiente peloteo, Laura?).

Y esto es lo que nos ha salido:

AL OTRO LADO DEL PUPITRE

Todas las mañanas tengo el mismo pensamiento cuando suena mi despertador:
¡Noooo! ¡No quiero ir al instituto!

Pero como no tengo más remedio porque me gusta cobrar a fin de mes, digoooo... enseñaros muchas cosas, me levanto, me miro al espejo y me digo "sé fuerte, tú puedes". Repito este pensamiento mientras me lavo la cara (a ver si os creéis que me levanto ya sin legañas, de eso nada, hay que lavarse, que algunos parece que no lo sabéis...), mientras derramo la sal en el café (hostia, ¿he dicho sal? Ahora comprendo lo amargo de su sabor... si es que claro, ya llego al insti amargado, pero la culpa no es vuestra, es de la sal, vosotros me amargáis después...).

En fin, que me enrollo como cuando os explico las lecciones de literatura... esas que con tanto entusiasmo me preparo (porque yo trabajo por las tardes, no como otros...) para que luego las recibáis cual escupitajo en la cara: Antonio Machado, digo yo, poeta de la Generación del 98, ¿eh, quién se ha manchado?, entendéis vosotros. Y entonces desconectáis cuando os dais cuenta de que ha empezado la lección.

Pero no me quiero adelantar: el caso es que llego al insti y... enseguida me arrepiento de haber salido de la cama, por mucho que quiera cobrar a fin de mes, digoooo, enseñaros muchas cosas, eso, eso. Y es que a mis buenos días me responden vuestros bostezos y caras de sueño (¿no podéis intentar disimular como hago yo? Vale que a veces no lo consigo, pero lo que es la intención está ahí...).

Y entonces pienso en todas esas lecciones de pedagogía con la que los psicólogos me dan la brasa, diciéndome que tengo que MOTIVAR a los alumnos... ¿motivar? ¿Y a mí quién me motiva? ¿Las amígdalas de Menganita cuando bosteza cual león hambriento? ¿El piercing de Fulanita, que muestra con orgullo cuando saca la lengua en pleno uouuuauuuu? ¡Si hasta me veo reflejado en él! (anda, pues si no me he lavado la cara y siguen las legañas... Bah, qué más da, total, nadie me mira, están demasiado distraídos lanzándose bolas de papel... Que eso es curioso...: ¿¿¿Qué pretendéis lanzandoos bolitas de papel??? Coño, tiraos piedras, ¡¡¡que hacen más daño!!!).

Bueno, que no importa, que yo me pongo a dar mi chapa igual, total, para eso me pagan... digooooo, tenéis que aprender. Puedo leer vuestros pensamientos, son ya muchos momentos a este lado del pupitre:

¿Eing? ¿Predi... qué? ¿Pero... pero esto... esto qué es lo que es?

O...

Pues cuando termine esta clase tan aburrida, le mandaré un sms al Kevin, a ver si consigo que me dé una vuelta en su nueva moto, que mola mazo. Ah, y luego se lo contaré a la Vane, que flipará mogollón.
O...

Anda, ha dicho que turno para dudas y preguntas. Voy a preguntarle si tiene novia...

Pero bueno, estos los que pensáis. Porque después estáis los que directamente habláis, así, a los cuatro vientos, como si estuviérais dando un mitín, como si yo no existiera. Pero qué creéis, ¿que no os escucho? ¿Que estas cositas que tengo en los lados de la cabeza llamadas orejas no sirven para nada? Pues sí, me entero de todo, así que R***, S***, Á*** y A*** (entre otros, claro) que sepáis que ya sé muchos de vuestros secretos...

El caso es que yo termino mi clase (esto es necesario para cobrar a fin de mes... digooooo, para que aprendáis muchas cosas) y si ninguna fierecilla más me requiere (el director, el jefe de estudios...) me marcho para casa con la satisfacción de un día más juntos, yo enseñando, vosotros aprendiendo... ¡Mentira! Me marcho con la satisfacción de no volver a veros en unas horas, o, en el mejor de los casos, en todo un fin de semana... Aaahhhhh... Me emociono solo con pensarlo... ¡¡¡Fin de semanaaaaaaaaaaa!!!...
A ver qué pasa mañana...

martes, enero 15, 2008

66. Cosas (malas) que pasan






(Por favor no arrojen piedras a esta señal. Gracias)





A veces lo más obvio resulta de obligatorio resaltamiento y cosas que no deberían pasar, suceden. Y a veces, como si se tratara de una especie de congregación cósmica en la que los acontecimientos se solapan, abruman incluso nuestra tranquila existencia:

  • Aunque es innecesario que un alumno me avise del motivo de que saliera de clase por la mañana (problemas depresivos por los que ha estado hospitalizado hasta esta semana), ya que su cara es todo un poema, supongo que requiere de fuerza para enfrentarte al profesor y hablar de tus problemas.

  • Qué hacer cuando otra alumna, nada más llegar al instituto, con tu carga de legañas y de sueños interrumpidos por un despertador psicópata, se desata en llanto y te cuenta que sus padres se la van a llevar en tres semanas a su país de origen.

  • Y cuando te enteras algo colateralmente de que un alumno ha amenazado de muerte a los profesores que le han suspendido, vas entendiendo los corrillos selectivos de profesores con gesto y tono de preocupación. Por eso no te sorprende ver a la policía por los pasillos del instituto. No voy a profundizar más en el tema por aquello de la discreción, pero supongo que la denuncia y la expulsión del centro serán dos cuestiones distintas y a la vez necesarias.

miércoles, enero 09, 2008

65. La argumentación



Terminan las vacaciones. Regresan los madrugones. No me acuerdo de la clave de la PDA. El corte de los saludos y las felicitaciones. Recuperar la noción de lo que es dar clase:

  • No voy a poder con el temario.
  • ¡Qué trimestre más corto! ¿Qué coño hago con la programación? ¡Y qué trimestre más inacabable va a resultar el tercero!
  • ¡Y encima ahora las subordinadas!... Si ni saben analizar la oración simple... Nada, nada, empezamos por la argumentación.

Así que ahí empezamos con 4º. Un tema atractivo para ellos porque se presta al DEBATE. Y lo hemos iniciado a través de textos que hablaban de la cobardía como valor positivo, de la Educación Física como asignatura que no debería ser obligatoria (el texto era de Antonio Machado con tesis propiamente regeneracionistas), de la pérdida de ideales en la juventud.

Esta clase es muy participativa y muy juiciosa, así que ha salido todo muy bien. Pero hete aquí que respecto al último tema mencionado, una de mis alumnas me da con la clave de la tendencia de su generación a sus particularidades idiosincrásicas. Haciendo (mal)uso de uno de los argumentos que mencionaban la pérdida de la ilusión en los jóvenes y cómo habían dejado de creer en los cuentos, toma la palabra y razona:

La culpa de que seamos así es que nosotros no hemos visto Barrio Sésamo, Verano Azul y cosas de estas que veían los adultos; en cambio, nos ponen en la tele series como Goku o como Digimon y por tanto en vez de historias de amor con las que soñar, lo único que podemos es digimonizarnos.

... ¿Cómo refutarla?

jueves, enero 03, 2008

64. SUSPENSO EN EDUCACIÓN

Hace unos días salió un informe valorando el nivel de la educación española y, no sé por qué, no salimos muy bien parados. El problema sobre todo se centró en un aspecto:

El nivel cae de forma muy notable en comprensión lectora” (Informe PISA).

Ponerme a elucubrar sobre las razones de esta caída podría ser tan subjetivo como estéril, así que mejor voy a resumir las ideas que esbozaba José Antonio Marina (un prestigioso pensador español que dedica mucho tiempo, entre otras cosas, a la educación) en un periódico. Pueden generar un interesante debate:

"Nuestros alumnos leen poco y, además, no entienden lo que leen.
Soluciones:
  • Más dinero y mejor gestión.
  • Prestigiar la escuela y sus profesionales.
  • Subir la exigencia.
  • Colaboración familia-escuela.
  • Pacto político en educación.
  • Escuchar a los profesionales.
  • Profesores especialistas en su materia, pero sin formación específica en pedagogía: formación y reciclaje.
  • Familias que no les dedican tiempo a sus hijos.
  • Mucho incremento de extranjeros (la pública los absorbe casi todos).
  • Muchas diferencias entre comunidades".

Y para ilustrar lo que supone este problema de lectura, la viñeta del 20minutos me pareció inmejorable y es la realidad que nos encontramos cada vez que mandamos leer algo. Pinchad sobre ella para leerla con claridad, que vale la pena el esfuerzo del click ;-)