Ya que me he propuesto este año ser más ordenado que nunca, como si tuviera que presupuestar las líneas básicas para este curso, mis prioridades son dos:
1. Mi papel como tutor.
2. Fomento de la lectura.
Sin olvidar, claro está, a mis primerines y el grupo de recuperación de lengua de 2º, donde un caballerete destaca por su actitud pusilánime a la vez que chulesca y provocadora. Tras unos primeros tanteos para ver si lo podía conducir con mano izquierda, aguantándole las primeras bravuconadas y salidas de tono, vi que el repetidor en cuestión tenía predicamento sobre las otras almas cándidas e influenciables y paré de raíz: Te pones en el final y si quieres no hacer nada, lo cumples a rajatabla. A partir de ahora eres una silla. Se fue refunfuñando y le recordé una de las cualidades de las sillas: no hablan. No supo la clase más de él y se pudo seguir trabajando.
De la tutoría por ahora poco que hablar porque todavía estoy en fase de recopilación de informes y de ordenación de los papeles. Pero quería pararme en el punto 2:
Se puede pretender que tus alumnos estudien y consigan una buena base para su posterior paso por bachillerato o por ciclos medios, tratando de minimizar el número de no titulados a su máxima expresión (tarea complicada, no en vano nuestra tasa de fracaso escolar es de las más elevadas), pero entre que en la ESO los contenidos quedan a veces en un segundo plano y que muchas veces lo que los alumnos demandan otro tipo de valores en el docente (cercanía, apoyo, interés en ellos...), he pensado que ya que esos aspectos los he interiorizado, lo que más me gustaría que se llevasen de su paso por el instituto es una buena afición lectora.
¿Y cómo conseguirlo?
Ya que no contamos con las ayudas de las administraciones (he oído que los recortes en educación serán una de las primeras medidas para paliar la crisis) y que potenciar las bibliotecas escolares excede de mis competencias, Internet resulta una buena herramienta. Por ejemplo, una web que se llama planetalector puede ser un buen punto de apoyo para el profesor, ya que se centra en el fomento de la lectura: noticias, planes lectores, foros, recursos..., la recomiendo no sólo a los docentes, sino a cualquiera que esté interesado por la lectura:

Por lo que respecta a un nivel más particular, está claro que había que cambiar algo porque salvo alguna excepción que ya viene con el interés por los libros desde casa, cuando les mandaba leer algo sólo recibía quejas y resoplidos. Aparte de ampliar el catálogo de lecturas juveniles para aproximarlas a los intereses o aficiones de los alumnos (ver post 93) sí que voy a intentar suavizar lo más posible el duro trago de la obligatoriedad de la lectura (de hecho en todos los cursos de la ESO supone un 20% de la nota) y para ello voy a empezar por sustituir los exámenes en favor de un trabajo procesual a través de guías de lectura que tendrán que ir cumplimentando según vayan leyendo. No tiene que verse como una carga, sino como un apoyo para facilitar la comprensión. En dicha guía incluiré algunas actividades iniciales a modo de empujón o motivación para que afronten el libro con menos desgana o rechazo aparte de dedicar tiempo en alguna sesión para presentar la obra y leer algún fragmento del principio. Y por último, fomentar la creación artística a partir de la propia novela como actividad posterior. En próximos posts iré concretando.
¿Se os ocurre alguna sugerencia?
1. Mi papel como tutor.
2. Fomento de la lectura.
Sin olvidar, claro está, a mis primerines y el grupo de recuperación de lengua de 2º, donde un caballerete destaca por su actitud pusilánime a la vez que chulesca y provocadora. Tras unos primeros tanteos para ver si lo podía conducir con mano izquierda, aguantándole las primeras bravuconadas y salidas de tono, vi que el repetidor en cuestión tenía predicamento sobre las otras almas cándidas e influenciables y paré de raíz: Te pones en el final y si quieres no hacer nada, lo cumples a rajatabla. A partir de ahora eres una silla. Se fue refunfuñando y le recordé una de las cualidades de las sillas: no hablan. No supo la clase más de él y se pudo seguir trabajando.
De la tutoría por ahora poco que hablar porque todavía estoy en fase de recopilación de informes y de ordenación de los papeles. Pero quería pararme en el punto 2:
Se puede pretender que tus alumnos estudien y consigan una buena base para su posterior paso por bachillerato o por ciclos medios, tratando de minimizar el número de no titulados a su máxima expresión (tarea complicada, no en vano nuestra tasa de fracaso escolar es de las más elevadas), pero entre que en la ESO los contenidos quedan a veces en un segundo plano y que muchas veces lo que los alumnos demandan otro tipo de valores en el docente (cercanía, apoyo, interés en ellos...), he pensado que ya que esos aspectos los he interiorizado, lo que más me gustaría que se llevasen de su paso por el instituto es una buena afición lectora.
¿Y cómo conseguirlo?
Ya que no contamos con las ayudas de las administraciones (he oído que los recortes en educación serán una de las primeras medidas para paliar la crisis) y que potenciar las bibliotecas escolares excede de mis competencias, Internet resulta una buena herramienta. Por ejemplo, una web que se llama planetalector puede ser un buen punto de apoyo para el profesor, ya que se centra en el fomento de la lectura: noticias, planes lectores, foros, recursos..., la recomiendo no sólo a los docentes, sino a cualquiera que esté interesado por la lectura:

Por lo que respecta a un nivel más particular, está claro que había que cambiar algo porque salvo alguna excepción que ya viene con el interés por los libros desde casa, cuando les mandaba leer algo sólo recibía quejas y resoplidos. Aparte de ampliar el catálogo de lecturas juveniles para aproximarlas a los intereses o aficiones de los alumnos (ver post 93) sí que voy a intentar suavizar lo más posible el duro trago de la obligatoriedad de la lectura (de hecho en todos los cursos de la ESO supone un 20% de la nota) y para ello voy a empezar por sustituir los exámenes en favor de un trabajo procesual a través de guías de lectura que tendrán que ir cumplimentando según vayan leyendo. No tiene que verse como una carga, sino como un apoyo para facilitar la comprensión. En dicha guía incluiré algunas actividades iniciales a modo de empujón o motivación para que afronten el libro con menos desgana o rechazo aparte de dedicar tiempo en alguna sesión para presentar la obra y leer algún fragmento del principio. Y por último, fomentar la creación artística a partir de la propia novela como actividad posterior. En próximos posts iré concretando.
¿Se os ocurre alguna sugerencia?