jueves, noviembre 23, 2006

21. Perlas cultivadas y otras rarezas

Tras tres años con este dando clase, es lógico que tengas que pasarte gran parte del curso como a prueba. Por suerte tienes unos grandes compañeros que minimizan e ironizan sobre estos asuntos. Hoy llegó el día en que mi profesora-tutora se metió en una de mis clases. Sin problemas. Los chicos, además, se portaron mejor. Debe de ser que les da corte hacer el gamba delante de una desconocida...

Siguiendo con las rarezas, creo que no es por darme autobombo, pero creo que me estoy acercando peligrosamente a ser una deidad, una especie de ser todopoderoso (no, en serio, que esas plantas nuevas de la terraza son normales). A ver, me explico: Conmigo, hasta los sordos oyen.

Tengo un par de alumnos sordos. Una hasta necesita aparato para seguir las clases. Bien, pues conmigo sólo le hizo falta un día, hasta que entre grito y grito (y eso que tapaba el micrófono) tuvo suficiente. A la clase siguiente me comentó que a mí me oía perfectamente, jejeje.

Y, para acabar, hoy he corregido exámenes de historia y he aquí algunas de esas perlas cultivadas:

Pregunta de verdadero y falso. En este último caso, hay que corregir el error.
La gran ciudad del Quattrocento fue Roma.
Respuesta: Falso porque fue Italia.

Aahhh, claro...

Evolución artística del siglo XV al XVI.
Respuesta: Sufre un gran cambio de una figura como los de Quattrocento son como personajes los campesinos, que en cambio Cinquecento son estatuas más grandes de un aspecto a que ese hombre es algo importante.

El párrafo está encapotado. El desencapotador que desencapote el párrafo, buen desencapotador será...

Pregunta: Tiziano.
Respuesta: escultor renacentista español.

Claro, Pepe, Paco y Tiziano son los nombres más castizos y autóctonos de España (esto es la respuesta del profesor en ese examen...)

Pregunta: calvinismo.
Respuesta: fue creado por el señor Calvo

... Y después, se dedicó a las sardinas

Pregunta de completar espacio en blanco:
Carlos V derrotó en 1547 a una coalición de príncipes protestantes en la _________ Tachán... Biblia.

Si es que ese libro sagrado siempre ha estado en el candelabro...

Para poner fin a la crisis del catolicismo, el papa Pablo III se decidió a convocar el ____________.
Esta ha dado mucho juego: catolicismo (si el catolicismo está en peligro, cómo no convocarlo); calvinismo (claro, lo mejor es meter el enemigo en casa) y, como remate o guinda perlil, la siguiente respuesta: nacimiento de cristo (joder con este Papa, qué máquina, que para resolver problemas convoca a Cristo, lo desclava del madero y a tomar por culo tanto protestante).

viernes, noviembre 17, 2006

20. El solitario


En un repaso breve a la semana, me doy cuenta de dos cosas:

1. Me cuesta cada vez más llegar al viernes. Voy a tener que pedir complejos vitanímicos o que reduzcan la jornada o los alumnos, jeje.

2. Se me olvida con mucha facilidad la condición de funcionario en prácticas. Llevaba viendo varios días en la pizarra de la sala de profesores un anuncio con el concurso de traslados, algo que tienen que hacer los funcionarios en expectativa (expectativa de destino, hasta que éste sea fijo). Pues bien, yo como si conmigo no fuera la cosa hasta que han avisado de que yo también tengo que hacerlo.

En otro orden de cosas, como consecuencia de la visita del inspector, la semana que viene entrará en clase mi profesora-tutora. Nada grave, salvo la vergüenza que pasaré. Con ella bien, me ha consultado y además sé que incluso me puede venir bien a la hora de que me pueda dar algún consejo.

Y hoy tenía una gran noticia: las dos últimas horas con los de 1º no las tenía porque se iban a una excursión, así que podía salir dos horas antes. ¿Dos horas antes? Craso error. Un niño, castigado por no entregar la autorización a tiempo, estaba allí, así que me he tenido que quedar con él a penúltima. Al menos valió para que resolviera una duda sobre la suma de valores (figuras y silencios musicales) y para que tocara un rato el piano (aquí ya me desentendí un poco y me puse a leer la novela).

Lo que más rabia me da es que el idiota del muá pringa (y ojo, que me parece bien porque este niño, que es complicado porque es demasiado infantil y se distrae y juega y no puede comportarse durante más de 5 minutos como dios manda, había podido quedarse en casa y le dijo a su madre -no entiendo esta permisividad, pero bueno- que prefería ir a clase antes de estar toda la mañana jugando a la Playstation, así que por lo menos había que aprovechar esa disposición y esa oportunidad única de que no haya compañeros con los que distraerse), mientras que otros compañeros (me juego lo que sea) habrán tenido hora libre y el niño en el aula de castigos o donde le hayan podido endilgar. Que siempre pringamos los tontos y libran los listos.

Por último, un miedo: una actividad próxima de música consistente en tener la coordinación para marcar con el brazo izquierdo un ritmo de 2 por 4 (arriba y abajo el brazo) y a la vez, con el derecho, uno de 3 por cuatro (se complica girando el brazo al exterior antes de volver a subirlo). Soy INCAPAZ de hacerlo. Soy descoordinado en extremo. Probad a hacer una cosa: girar un brazo hacia delante; a la vez, el otro brazo en sentido contrario. ¿Podéis? (hundidme ahora diciendo todos que sí). Yo nunca he podido. A ver cómo lo hago...

lunes, noviembre 13, 2006

19. ¡Inspector, inspector!


A lo largo de nuestra vida nos encontramos con personas que por determinadas circunstancias (cargo, importancia, severidad...) provocan en nosotros un sentimiento de minusvalía, sumisión o, al menos, una actitud de esquiva prudencia. ¿Quién no ha padecido a ese profesor de mirada autoritaria, a ese rival del equipo contrario con actitud desafiante, a ese jefe de sección al que te da hasta miedo mirar? Según las circunstancias o trayectorias de cada uno, supongo que sabréis a lo que me estoy refiriendo.

En mi caso, no han sido profesores ni rivales ni jefes los que han podido producirme este sentimiento (aunque si bien es cierto que tiendo a mirar hacia arriba a las personas y a eludir miradas que se dirigen a mis ojos, me refiero a cuando me cruzo con dichas (y desconocidas) personas, no cuando me hablan), ni siquiera lo he padecido cuando he estado opositando (no me hacían caso, pero no me asustaban).

Pues bien, ha sido ahora cuando ha aparecido una figura que podría ejemplificar todo cuanto estoy diciendo: ¡el inspector!

Como bien sabéis (y si no, os lo digo), estoy ahora en fase de prácticas y eso supone que me asignen un profesor-tutor, hacer un cursillo de 20 horas y presentar una memoria. Todo eso lo revisa el servicio de inspección, según dónde te asignen. La semana pasada el inspector se acercó para recordarnos esta fase y hablarnos un poco de ella.

Creo que todos los que estamos de prácticas nos quedamos parados de forma semejante; incluso los profesores-tutores, que son jefes de departamento, gente con experiencia contrastada, se sintieron algo impresionados por la seriedad del evento que se produjo en el recreo, por más que al día siguiente, al comentar la actitud del inspector, oyera decir a algún compañero "si son iguales que nosotros". Sí, igual, pero marcando territorio desde la lectura del decreto ley correspondiente.

Este señor se encargó de tirarnos por tierra todo lo que había oído hasta el momento. Desde sus palabras secas, frías y altisonantes, nos comentó que esta fase "no es un trámite" y nos avisó de forma algo apocalíptica que "hay muchas personas que son no aptas". También nos recordó (después de felicitarnos, algo es algo) que habíamos aprobado la fase de oposición, con lo cual habíamos demostrado nuestros conocimientos sobre la materia, pero aún nos faltaba por demostrar nuestra capacidad docente. Entre eso y alguna que otra frase que mejor me guardo (no vaya a dar la casualidad que lea esto de los blogs y la liemos :p), me entró una cierta incertidumbre inquietud, aunque si se siguen las instrucciones sé que no habrá ningún problema.

Algún día relataré alguna cosa de los inspectores, que nos inspeccionan (como bien indica su nombre) nuestro trabajo, aunque a veces se excenden en su labor fiscal y sólo atienden a una variable: el número de aprobados. Cuando hay gran número de suspensos, da igual el motivo, pero hay revuelo. Y es que a los políticos sólo les interesa eso, para poder librarse en las escasas noticias de prensa las estadísticas del consabido fracaso escolar.

Por cierto, yo también suelo escribir mis posts en el bloc de notas y luego los copio al blog. Pero algunas veces, si lo he escrito rápido o por comodidad, lo he hecho directamente. Estos blogs tienen una especie de rádar para distinguir cuando dan más por cucu... Un saludo a todos los que me han comentado (personalizando en Angy, que no tiene blog y le ha hecho mucha gracia lo del baile, y eso que no me conoce, que si no, no articula palabra, jeje. Ah, y cuidado con lo que bebéis :p)

jueves, noviembre 09, 2006

18. I love blogger.com


Y lo amo por razones tan fundamentales como cargarse el post que ayer tenía ya escrito, contando que había perdido el autobús por culpa de una espera de más de tres cuartos de hora, debida a un monumental atasco; refiriéndome a la excursión de la mañana (en un día en que salía dos horas antes) a ver una película basada en una obra de Lope de Vega estrenada no ha mucho, película que gustó mucho a mis compañeras y que a mí me resultó larguísima y con interpretaciones, salvo la de Silvia Abascal, muy flojas (por no decir lamentables, como la de María Vázquez dando vida a una criada que por momentos me parecía epiléptica); y acababa festejando la fiesta (valga la redundancia) que en Madrid tenían y que yo no disfrutaría (y no he disfrutado). Acababa el post (que me había salido largo) diciendo que para rematar la mañana, mi compi de música me proponía bailar merengue o salsa en las jornadas culturales... Por eso llamaba al post 'retrasos, cine y cha cha cha' y venía acompañado de una foto relativa al baile.

Yo que huía de ya.com por estos fallos técnicos... Aunque también tuve mi parte de culpa. Había visto que no iba bien porque no pude dejar comentario a Luis y me había salido un aviso abajo al que no presté demasiada atención. Y no hice copia de seguridad en el bloc de notas. Mea culpa.
Hoy añadir que en este maravilloso día festivo para los madrileños que tienen suerte de trabajar en la ciudad he vuelto a llegar tarde porque en la parada habitual tenían horarios de festivo pese a que allí no lo era y de milagro que he llegado. Nada más.

Gracias, blogger...

PD: ¿a alguien le gusta Perdidos? Hacía referencia también a la serie porque me iba a ver la serie, que creo que no está teniendo buenos niveles de audiencia. La recomiendo. Como también recomiendo, de paso, Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías.

viernes, noviembre 03, 2006

17. ¡Silencio!

13:30-14:20. 6ª hora. 1º A. Niños de 12, 13 años. Una clase mala de por sí, que ya ha sacado de quicio a más de un profesor. Encima venía de dar a 1º B, que sin ser el cóctel molotov que son estos, también son tela fina, sobre todo por culpa de un gárrulo que es un grandullón que con el paso de los días se va atontando cada vez más y dando más por saco y de otro niño que es el Peter Pan versión coñazo del siglo XXI. Más infantil no podía haber salido. El típico ganso (aquí no me prohibiréis que me desahogue, ¿no? :p) que pica a todos los compañeros y martiriza al profesorado. Ambos se han ido con parte. Además, otra que suele portarse bien y mostrarse participativa con la flauta la he tenido que sacar de clase porque no paraba. Castigada sin recreo.

Pero esto no había sido nada comparado con la última clase. Había que sumar lo que valía las redondas, blancas, negras, corcheas y semicorcheas según las variantes, tener otra oportunidad con el examen de flauta y empezar a tocar la nueva canción. Bien, pues era imposible. Pequeños corrillos, juegos varios, peleas diversas, castigados de pie o separados que no arredran, niñas insolentes que te contestan e incluso tratan de vacilarte. Hubo un momento en que paré de hablar y ni se dieron cuenta, tan metidos que estaban en sus guerrillas particulares. Tras varios intentos de reconducir la situación, la clase se volvía a desmelenar cuando intentaba copiar en la pizarra un ejercicio. Así que fin de la clase a un cuarto de hora, diez minutos.

La pena es que mi calma y serenidad no vayan bien acompasadas con mi forma de ser o de dar clase. Lo ideal hubiera sido que, sin alzar la voz, les hubiera comunicado que estaban todos castigados en el recreo y, tras conseguir el ansiado silencio, haberles echado el sermón acerca de su actitud. Pero es que puede conmigo ver esta desgana, este desinterés, este no saber estar en clase, estas réplicas cuando les echas la bronca y te niegan lo que han hecho delante de tus narices o te justifican lo injustificable. Así que os podéis imaginar que la bronca fue a grito pelado. Tiré hasta el bic negro al suelo y me di como tres paseos por el salón de actos para ir calmándome.

Como no se podía dar clase, no se dio. La daremos en el recreo del lunes. Luego, para rematar la cosa, el grandullón de 1º B, en el trayecto hacia el bus, no sé si con la intención de que le oyera, supongo que sí, al pasar a su lado, suelta: "Estarás contento, profe". Estaba lloviendo y llegaba justo al bus, así que sólo me dio tiempo a decirle que no. Si hubiera podido, me habría dado la vuelta y le habría dicho que más contento estaría de que tuviera un mínimo de educación y de interés en el instituto, y que no viniera simplemente a verlas venir. Poco va a estar conmigo este chaval con esa actitud.

(Y respondiendo a usuario anónimo, sólo llevo 2 años (este es mi tercero) dando clases. Por eso aún aguanto, jejeje).