lunes, abril 16, 2007

38. Viaje de fin de curso (I)


(Aclaración: Este almendro frente al mar no responde a la realidad. Es la manera que tiene este autor de reflejar su anhelo de haberse encontrado algo así, en vez de los cielos grises, las temperaturas no muy altas y las lluvias frecuentes).

Aunque no he tenido demasiado tiempo desde la vuelta, me parece hasta un gesto necesario escribir una entrada y comunicaros que estoy vivo. Eso sí, voy a emplear una paradoja: estaré vivo, sí, pero estoy muerto, y eso que ya he tenido un par de días para volver a estabilizar rutinas en mi cuerpo, que ha dormido en estos días más bien poco, la verdad. De paso, quiero pediros perdón por no haber respondido a vuestros comentarios ni haberme pasado por vuestros blogs. Trataré de hacerlo en breve.

Puestos a hacer aclaraciones, conviene hacer pronto la segunda: el viaje ha estado muy bien, pese a que como digo no haya contribuido ni el clima (y nos quejábamos en Semana Santa, madre mía que chupa de agua nos ha caído encima) ni la agencia que se buscaron en el instituto (desde un hotel en medio de la nada, repleto de jubilados, con un personal rebosante de simpatía y amabilidad, hasta los guías que no conocían Barcelona, los que no callaban ni debajo del agua –nunca mejor dicho– o las bordes que gritaban a quien entraba en la sala de proyección de una peli que no vi porque me quedé dormido nada más apagar las luces...).

Los chicos se han portado muy bien y no han liado ninguna, por fortuna. Creo que han tenido mucha suerte con nosotros, los dos profes que hemos ido, que les hemos dado una libertad que creo que ni soñaban. Salvo las visitas guiadas, los momentos conjuntos y alguna que otra bronca, solían tener tardes libres o noches, previa hora tope pactada de máximo. Así que creo que se lo han pasado muy bien. Esperemos que en los próximos días, semanas, meses, no haya ningún incremento de la población y todo perfecto...

Me hizo gracia ver el cambio que se produjo desde el viaje de ida (donde llegamos tarde, por cierto...), en el que en cada parada los chicos se nos iban a tomar por saco, escondidos detrás de unas lomas, para fumar; a la vuelta, donde ya no se cortaban ni se separaban de nosotros (y eso que al principio nos tenían marginados). Y con el agravante de que los dos profes apenas conocíamos a los alumnos (que tienen una coña ahora en el insti... Pero quiero creer que es cariño :p).


Y es que en un viaje hay tiempo para muchas anécdotas y vivencias. Quieras que no, une mucho tener un conductor de autobús (autobusero en próximas referencias, vaya) de unos 60 años, cascarrabias, maniático de la puntualidad que nosotros siempre incumplíamos, esplendoroso con su gorrita blanca encajada en su cabeza, sin películas, sin cd's de música (sólo casettes, donde lo más salvable era Luz Casal, Hevia y los gaiteros de no sé dónde...), preocupado sólo por pararnos en sus asquerosas y cutres paradas de carretera o por llegar a la hora de la comida del hotel.


Me dan incluso ganas de decir su nombre, por cierto. ¿Veis normal que cuando vayas a comer o cenar te marquen tu botella de agua o de vino con el número de tu habitación para llevarte el control de esos puñeteros treinta céntimos que les habrá costado las dichosas botellas? ¿Que a los chicos ni les den ese agua basándose en que los del imserso pagan más que los estudiantes y tengan que beber en los bidones con un chorro más fino que el de un señor con la próstata averiada? ¿Que pidas una hoja de reclamación y te venga el estúpido del director quitando hierro al asunto, largándote un rollo insufrible y demagógico, como si esa acción fuera lo peor del mundo?


Entre eso y que apenas se les entendía el español, que había una huésped en el hotel a la que llamábamos la “Pitbull” encima de nosotros, quejándose de que nuestros chicos eran unos sinvergüenzas por robar botellas de agua, cuando era ella la que nos había mangado la nuestra que dejamos encima de la mesa y algún detalle más que no recuerdo, no sé cómo sobrevimos al primer día.


Hasta aquí os dejo de momento, anunciándoos que queda hablar con más profundidad de los guías, de nuestras excursiones, de las anécdotas y alguna cosa más.


(Continuará...)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajajajaja, voy a hacer una asociación de incomprendidos y voy a apuntar al autobusero, los guías, la Pitbull y demás personal del hotel, jajajaja. Que todos aquí esperando que pongas el grito en el cielo con la juventud de hoy en día, ¡y tiene tela! Te quejas de tó quisqui (hasta del tiempo, jajajaja) menos de los dulces e inocentes niñitos (aunque genial ese apunte sobre la natalidad, jajajaja, jajajajaja)

Ayyyy, me ha gustado mucho el post. Tu tercer año de clases está siendo singular, por aquello de la música (ya verás los bailes, jajaja), el viaje o esos corazones tamaño Din A 3 que te hacen tus querubines. Me gusta, me gusta ;-)

Ya nos irás contando, y para futuros años, propón mi ciudad :p Que la gente es majísima (no hay más que verme a mí, jajaja), el clima acompaña *casi* siempre (aunque ahora lo dudes) y si venís en precampaña electora, no sólo no controlan el agua y el vino, sino que regalan zumos de mandarina en el supermercado... ¿te he convencido? :p

Bueno, pues te dejo una larga colección de besets para que te duren hasta esa segunda parte ;-)

Muaaaaaaaaaa

Ayla dijo...

Por lo q cuentas el vieje no ha estado nada mal, y eso q temías lo peor! jejeje
Por cierto, a ver cuando la segunda parte!!
Besotes

GraceNoPerdona dijo...

Yo ya estaba pensando en poner una orden de búsqueda porque me parecía raro que no escribieses en tanto tiempo.
me alegra leerte de neuvo y que te lo hayas pasado bien con tus salvajes en celo, uy perdón, con tus allumnos.

Anónimo dijo...

Ya estoy impaciente por leer la segunda parte de este relato... no se porque me imagino que te has dejado en el tintero lo más divertido... anda cuéntanos a tus incondicionales lectores porfa...
Un beso...

Garin P. dijo...

Me alegra leer que volviste sano y salvo del viaje con los niños. Yo no sé si me animaría.... Saludos.

Anónimo dijo...

cómo echo de menos esos momentos!!!
el último viaje que hicimos fue a Santiago de Compostela y fue la caña.
Ahora en la uni todo es distinto, se pierda esa magia de entonces, y sobre todo las risas!!!

Anónimo dijo...

Suena genial, supongo q eres el profe q todos sueñan tener en el insti. Me gusta q todavía quede gente capaz de no poner siempre a parir a los adolescentes, de verdad, q me emociono!!!!!
Hacía mucho q no venía por aquí, tranquilo por tus desaparaciones, q ya haces mucho por el mundo lidiando con las "bestias".;)
Besos

16_5 dijo...

Vaya, te he comentado y no se ha publicado... con la ilusión que le había yo puesto...


... pues ya volveré, que me han indignado a mi los del blogspot estos :(



P.D: Me alegra que hayas vueltooo

Little Snail dijo...

Habéis venido a Barcelona por lo visto, pero ...por suerte todos no somos iguales eh!!

Desde luego habéis ido a dar con un mal hotel, pero aún asi os lo habéis pasado bien y eso es lo mejor de cualquier viaje con alumnos: que no pase nada extraño (embarazos...uff) y echarse unas risas. Estar con ellos fuera de contexto académico es muy rico.

El lunes me voy con los chiquitines de P5, ...veremos que tal bailan!

Anónimo dijo...

Jajajajaj cuanto me alegro d q sobrevivieras, veo q os lo pasasteis bien
Estoy esperando impaciente la 2ª parte del relato

Un besazo