jueves, enero 17, 2008

67. Monólogos desde el pupitre

Para el tema de la argumentación, me ha dado por cambiar un poco y en vez de ver lo típico de los ensayos y mandarles realizar textos aburridos, estamos practicando con el Monólogo como forma alternativa de texto argumentativo (cumple todos los requisitos). Al principio todo bien, hasta que los alumnos se han semirebelado y me han dicho que no era justo que ellos tuvieran que hacerlo y yo no, así que no me ha quedado más remedio...

Y como ya soy mayor para decirle a mi papi que me haga los deberes, le he pedido ayuda a la persona que considero más experta - de las que tengo a mano- en la materia de hacer reír a través de sus textos (además de monólogos, guiones de series de televisión, de programas, y si se pone, hasta de cine, por no hablar del blog tan divertido que tiene... ¿Ha sido suficiente peloteo, Laura?).

Y esto es lo que nos ha salido:

AL OTRO LADO DEL PUPITRE

Todas las mañanas tengo el mismo pensamiento cuando suena mi despertador:
¡Noooo! ¡No quiero ir al instituto!

Pero como no tengo más remedio porque me gusta cobrar a fin de mes, digoooo... enseñaros muchas cosas, me levanto, me miro al espejo y me digo "sé fuerte, tú puedes". Repito este pensamiento mientras me lavo la cara (a ver si os creéis que me levanto ya sin legañas, de eso nada, hay que lavarse, que algunos parece que no lo sabéis...), mientras derramo la sal en el café (hostia, ¿he dicho sal? Ahora comprendo lo amargo de su sabor... si es que claro, ya llego al insti amargado, pero la culpa no es vuestra, es de la sal, vosotros me amargáis después...).

En fin, que me enrollo como cuando os explico las lecciones de literatura... esas que con tanto entusiasmo me preparo (porque yo trabajo por las tardes, no como otros...) para que luego las recibáis cual escupitajo en la cara: Antonio Machado, digo yo, poeta de la Generación del 98, ¿eh, quién se ha manchado?, entendéis vosotros. Y entonces desconectáis cuando os dais cuenta de que ha empezado la lección.

Pero no me quiero adelantar: el caso es que llego al insti y... enseguida me arrepiento de haber salido de la cama, por mucho que quiera cobrar a fin de mes, digoooo, enseñaros muchas cosas, eso, eso. Y es que a mis buenos días me responden vuestros bostezos y caras de sueño (¿no podéis intentar disimular como hago yo? Vale que a veces no lo consigo, pero lo que es la intención está ahí...).

Y entonces pienso en todas esas lecciones de pedagogía con la que los psicólogos me dan la brasa, diciéndome que tengo que MOTIVAR a los alumnos... ¿motivar? ¿Y a mí quién me motiva? ¿Las amígdalas de Menganita cuando bosteza cual león hambriento? ¿El piercing de Fulanita, que muestra con orgullo cuando saca la lengua en pleno uouuuauuuu? ¡Si hasta me veo reflejado en él! (anda, pues si no me he lavado la cara y siguen las legañas... Bah, qué más da, total, nadie me mira, están demasiado distraídos lanzándose bolas de papel... Que eso es curioso...: ¿¿¿Qué pretendéis lanzandoos bolitas de papel??? Coño, tiraos piedras, ¡¡¡que hacen más daño!!!).

Bueno, que no importa, que yo me pongo a dar mi chapa igual, total, para eso me pagan... digooooo, tenéis que aprender. Puedo leer vuestros pensamientos, son ya muchos momentos a este lado del pupitre:

¿Eing? ¿Predi... qué? ¿Pero... pero esto... esto qué es lo que es?

O...

Pues cuando termine esta clase tan aburrida, le mandaré un sms al Kevin, a ver si consigo que me dé una vuelta en su nueva moto, que mola mazo. Ah, y luego se lo contaré a la Vane, que flipará mogollón.
O...

Anda, ha dicho que turno para dudas y preguntas. Voy a preguntarle si tiene novia...

Pero bueno, estos los que pensáis. Porque después estáis los que directamente habláis, así, a los cuatro vientos, como si estuviérais dando un mitín, como si yo no existiera. Pero qué creéis, ¿que no os escucho? ¿Que estas cositas que tengo en los lados de la cabeza llamadas orejas no sirven para nada? Pues sí, me entero de todo, así que R***, S***, Á*** y A*** (entre otros, claro) que sepáis que ya sé muchos de vuestros secretos...

El caso es que yo termino mi clase (esto es necesario para cobrar a fin de mes... digooooo, para que aprendáis muchas cosas) y si ninguna fierecilla más me requiere (el director, el jefe de estudios...) me marcho para casa con la satisfacción de un día más juntos, yo enseñando, vosotros aprendiendo... ¡Mentira! Me marcho con la satisfacción de no volver a veros en unas horas, o, en el mejor de los casos, en todo un fin de semana... Aaahhhhh... Me emociono solo con pensarlo... ¡¡¡Fin de semanaaaaaaaaaaa!!!...
A ver qué pasa mañana...

7 comentarios:

istharb dijo...

jajajajajajajaja con que enseñar muchas cosas eh?¿?? jajajajajajajaj

Muy bueno el monólogo, pero tú has hecho trampa!!!!!! Enhorabuena a tú ayudante, muy buen trabajo!!!

Un beso

Anónimo dijo...

jajaja qué grande es Laura :)

Mañana quizá te lleven monólogos plagiados del club de la comedia eh? si ves que molan mucho y están muy currados es que NO son originales... vamos, que tú también has hecho trampa eh! así que no se lo tengas en cuenta jajaja

un beso!

CaprichosaMafalda dijo...

eO!!!


Jajajaja yo me meo!!! que bueno!!! Muy bueno!!!



Petunicus profe!!!!

LauraConChocolate dijo...

Ha sido suficiente peloteo, ha sido suficiente, gracias, jaja. Ya me devolverás el favor haciendo pintadas en las fachadas de las productoras que digan "No. Laura por menos de 6000 al mes no se mueve de casa", jajaja.

Tengo ganas de que nos cuentes qué han dicho los niños. Jo, ya me hubiera gustado a mí que mi profe de lengua se pusiera a interpretar monólogos al estilo El club de la Comedia, hubiese sido mucho más divertido ir a clase :p

Muchas gracias por tus gracias y por tenerme tan bien considerada, jaja, pero te pasas un poquitoooooo.

Molts besets!!!

Anónimo dijo...

Jajajajaja, me ha encantado este monólogo!!
Anda que no me gustaría a mi que empezarán la clase con algo así.

Jajajaja, un Diez!!

Un besito!!

Garin P. dijo...

Wow, qué bueno. Ya contarás cómo ha ido.

Me he reído bastante. Jajajaja.

Dashina dijo...

Hola! Llego de casualidad a tu blog y me encuentro con un monólogo!! Pues a mi también me hubiese encantado que mis profesores/as de lengua me hiciesen escribir monólogos.

Seguiré pasando, si no te importa. Saludos!