"¿Qué habéis conseguido?" suele ser la pregunta insultante, hiriente e indignante que te formula no un cualquiera, sino algún compañero de profesión, enarbolando dicho interrogante a modo de ataque (o de autojustificación por no haber secundado las huelgas o haber ignorado las manifestaciones). "Dime", redondean, "¿Qué habéis conseguido aparte de perder casi 1000 euros?".
Quienes eso me preguntan está claro que no van a recibir una respuesta satisfactoria. Si yo les explico que se han obtenido pequeños grandes logros como expulsar a "Empieza por educar" de los institutos o retrasar aperturas de centros concertados como el de Móstoles, lo van a considerar migajas del objetivo principal que se pretendía: retirar las instrucciones de principio de curso. Si yo alego que lo principal es haber restaurado una conciencia colectiva, haber recuperado el orgullo de proclamar a los cuatro vientos que somos docentes de la Pública a través de un símbolo tan creativo como llamativo, el color verde de una camiseta que nos unifica y define, que nos moviliza e identifica, que nos reconoce y enorgullece, sé que ignoraran esos logros porque lo mismo tienen esa camiseta hecha jirones para limpiar el polvo en sus casas o directamente pasaron de todo desde el principio, obviaron gastarse los 5€ de la camiseta y no se adscribieron a las movilizaciones y siguen tan arrinconados como antes, lamentándose de la deriva de la educación actual y echando de menos los tiempos antiguos donde no se movía una mosca en el aula para soltar su clase magistral ni debían rebajarse a dar a grupos de pequeñajos.
Quienes eso me preguntan no saben de la trascendencia de lo que reivindicamos: Educación de todos y para todos. Qué lema tan subversivo y peligroso, sobre todo acompañado del verde. Que un color que simboliza lo que tanto nos falta (y tanto nos sobra), esperanza, sea visto en ciertos círculos con resquemor, impaciencia, disgusto, hastío, preocupación o asco es la primera de las batallas que hemos ganado. Que bajo un color asumamos una misma bandera y un mismo objetivo, que bajo la llamada marea verde seamos uno solo, es algo que nos hace más grandes y más fuertes, unidos en contra de la indefensión a la que cada día nos vemos abocados, viendo cómo congelan el sueldo mínimo, cómo recortan nuestros derechos y cómo, en nombre de un sistema económico viciado y tergiversado (encarecidamente pido que veais Inside Job), quieren imponernos recortes sociales mientras siguen sin meter la tijera donde hace falta: los disparatados sueldos de los políticos, las inmorales sumas de los banqueros repartiéndose cantidades mareantes con sus bonus.
Quienes eso me preguntan no saben de la trascendencia de lo que reivindicamos: Educación de todos y para todos. Qué lema tan subversivo y peligroso, sobre todo acompañado del verde. Que un color que simboliza lo que tanto nos falta (y tanto nos sobra), esperanza, sea visto en ciertos círculos con resquemor, impaciencia, disgusto, hastío, preocupación o asco es la primera de las batallas que hemos ganado. Que bajo un color asumamos una misma bandera y un mismo objetivo, que bajo la llamada marea verde seamos uno solo, es algo que nos hace más grandes y más fuertes, unidos en contra de la indefensión a la que cada día nos vemos abocados, viendo cómo congelan el sueldo mínimo, cómo recortan nuestros derechos y cómo, en nombre de un sistema económico viciado y tergiversado (encarecidamente pido que veais Inside Job), quieren imponernos recortes sociales mientras siguen sin meter la tijera donde hace falta: los disparatados sueldos de los políticos, las inmorales sumas de los banqueros repartiéndose cantidades mareantes con sus bonus.
En estos momentos tan difíciles donde las clases dirigentes zozobran a la deriva con medidas insuficientes para sacarnos de la crisis, con estrechez de miras y trayectorias huecas y recurrentes como la inculpación del funcionariado, el abaratamiento del despido, el recorte de los derechos fundamentales como principales recursos para empezar a crear puestos de trabajo recortar el déficit, aquellos que no solo no aplaudimos, sino que protestamos y nos rebelamos y consideramos que las primeras medidas deberían ir dirigidas en contra de los verdaderos privilegiados de este país, aquellos que nos han abocado a la situación actual, los políticos, los caciquiles grandes empresarios y los bancos, confabulados para empobrecer la cada vez más exigua clase media para seguir manteniendo sus inadmisibles ritmos de vida, cuanto menos fastidia que compañeros tuyos se descuelguen y te miren con enconado rencor sobre todo porque deberían estar comprobando cómo sus condiciones laborales menguan.
Cuando me preguntan "¿Qué habéis conseguido?", me dan ganas de contestar que lo que hemos conseguido en primera persona del plural es distinguirnos de esa segunda persona del plural que se desmarca y se queda fuera de algo tan importante como defender una causa justa. Hemos conseguido que vosotros, compañeros de la pública que os resignáis, que bajáis la cabeza dispuestos a que os den una condescendiente colleja y os sintáis felices de que os hayan perdonado cortárosla, os hayáis quedado retratados y aislados, imposibilitados a sentir esa satisfacción cuando es día de manifestación y el metro se llena de color verde y marchamos reivindicando un futuro para nuestros alumnos y para nuestros hijos, un futuro para nuestro propio futuro.
Así que lo mismo un día si me lo vuelven a preguntar y me da por atreverme, les contestaré que lo primero que hemos conseguido es habernos librado de identificarnos con ellos que nos llaman vosotros porque no, no tenemos nada que ver.
Así que lo mismo un día si me lo vuelven a preguntar y me da por atreverme, les contestaré que lo primero que hemos conseguido es habernos librado de identificarnos con ellos que nos llaman vosotros porque no, no tenemos nada que ver.
4 comentarios:
Simplemente con lo de Empieza por educar ya justifica todas las huelgas: los intangibles darán más fruto, seguid adelante. Y más conseguiríais si ésos se unieran
Tienes toda la razón. Un abrazo y ánimo.
¿Y eso de que los docentes sin plaza fija no cobren las vacaciones, mientras a ellos se les paga casi hasta por mear? Triste, tristísimo
Juliii, si necesitas ayuda para lo que sea, cuenta conmigo. Un besico
La situaciòn es bastante crìtica. Una autentica pena.
Enhorabuena por el blog, eso sì.
Sara M.
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