sábado, noviembre 24, 2007

60. Consecuencias de la huelga

Concluida la huelga, las consecuencias derivadas no tardaron en aparecer. A mí me pillaron de imprevisto, quizá debido a mis pocos años de experiencia como profesor, quizá por mi juventud, quizá por ese carácter algo apocado y poco acostumbrado a solucionar situaciones diferentes.


Aunque un profesor siempre está tomando decisiones que pueden influir en la vida de los alumnos, algunas veces se convierte en sujeto pasivo de todo lo que sucede en el instituto y se limita a acatar las decisiones que otros toman, incluso las de los propios alumnos. Las ve venir, como quien dice.


Pero al grano: ¿cuáles han sido las consecuencias del día de huelga? Jamás las habría adivinado, pero puede que vosotros sí. Hagamos la prueba. Pregunta de examen (no copiéis, nada de faltas de ortografía, el nombre al principio de comentario): ¿qué creéis que pasó el día después de la H (huelga)?


Opción a) Estamos en los mundos de yupi, yo he decidido cambiarles el examen al día siguiente y algunos alumnos se me acercan en el recreo y resulta que me entregan una caja de bombones y una postal agradeciendo que cambiara el examen y disculpándose por su actitud. Una dulce forma de alegrarme el día (vale, suena demasiado idílico).


Opción b) Estoy inmerso en una clase sobre Galdós y Clarín, cuando la compañera de inglés interrumpe la sesión y me dice que tengo que acudir a jefatura. Los padres de los alumnos llevan toda la mañana llamando al jefe de estudios para quejarse porque no he cambiado el examen y lo he puesto un día de huelga. Se desentienden de sus hijos durante todo el curso, pero huelen la sangre y atacan como tiburones. El inspector ha sido llamado y el lunes tengo entrevista con él. Deseadme suerte.


Opción c) Vale, seamos realistas, ni tan blanco ni tan negro. No repito el examen, no hay bombones, pero tampoco llamadas de padres enfurecidos. Eso sí, me he ganado la enemistad de mis alumnos, he acabado con el ambiente de buen rollo en clase. Me sabe fatal convertirme en el malo de la película, pero no podía consentir que pusiesen en duda los derechos y decisiones que como profesor sé que tengo.


And the winner is...



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¡¡¡!!!


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me quedo con la realista... porque pienso que en el fondo los bombones los has puesto para despistar jajaja :p

en srio que fuiste tannnnn bueno como para cambiarles el examen???? yo también te querría

istharb dijo...

Toma ya!!! No les has cambiado el exámen y eres el malo malisimo???? jajajajajaja di que si con dos c... bueno no voy a ser mal escrita lo dejo en puntos suspensivos.

Pues me parece muy bien!!!!!!

Quieren derechos, pues que tengan tambien deberes que digo yo.

Mis mocos muy bien, gracias, aqui estan, que despues de ir ganandoles y la salida de esta noche, yo creo que vuelven a ganarme, pero que me quiten lo bailao, jajajajajajaj

Un beso

LauraConChocolate dijo...

Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy, los bombones de la Caja Roja son mis favoritos. Bueno, realmente suelo decir esta frase a menudo, cambiando el tipo de bombones: si alguien me da un Ferrero Rocher, pienso que son mis favoritos. Lo mismo me pasa con Lindt, o con Valor. ¡Es que es tan difícil decidirse!

Pero ahora sí, te lo digo en serio, los bombones de la Caja Roja son mis favoritos: tan suaves, dulces, y se deshacen con esa lentitud en la boca y... calla, calla, que voy a acabar comiéndome la foto :)

Me alegro muchísimo (y además de verdad) de que el asunto H haya concluido así: ¡todos contentos! Tus alumnos, tú, yo... ¡yupiiii! :p

Molts besets y te propongo un aprobado general en el próximo examen, a ver si así cae ahora una pata de jamón que de cara a las navidades...

Anónimo dijo...

Me parece genial, la mayoría de los que hicieron huelga, seguro que solo querían saltarse el exámen. Pero si tan solo había uno convencido con el motivo de la huelga y un poco implicado, se merecía que le cambiases el exámen. Ya sabes lo que se suele decir: más vale mil criminales en libertad que un solo inocente condendado.

my blue eye dijo...

Vaya susto me he pegado al leer la segunda opción. Pero espero que sea la de los bombones, que tú te los mereces, tontooooo.

Y, coño, no me puedes decir que has leído tres veces el post y ¡no te has enterado!

Eris dijo...

así que siendo agasajado por tus alumnos eh???? si es que son de agradecidos.. aix madre! jajajajaja como no con un profe enrollao ocmo tú..

bessitos

Meg dijo...

Yo hubiese apostado por la B). Pero mira, si ha sido la A, bendito seas por esa santa paciencia y qué graciosos tus zagales, que te regalan
bombones.

Garin P. dijo...

¡Surrealista! Al final sacarás algo bueno de esto. Tus alumnos saben ahora que eres comprensivo y seguramente te consultarán más cosas y te pedirán opinión. Da por seguro que oirás a padres y madres que dicen que sus hijos hablan maravillas de ti.

Anónimo dijo...

calzonazos!!!! calzonazos!!! ya sé yo quién se va a comer los bombones :p... un besito, bombón!! (calzonazos!)

Vic dijo...

Pos sí, muy bien. Una huelga no es una fiesta y debe saberse que tiene unas consecuencias.
Tus alumnos no querían que la vida siguiese porque , para ellos, debe haber algún cambio(alquien debería informarlos de para qué sirven las huelgas y las repercusiones que tienen en la sociedad). Tal vez hubiese sido un buen momento para hablarles de la revolución social y ponerles de ejemplo algunas huelgas que han cambiado en algo la sociedad. No estaría de más que les explicases tus argumentos como profesor, creo que cuando les das a conocer tus razones, ellos son capaces de ponerse en tu sitio.
PErdona que te dé lecciones pero es que yo lo estoy descubriendo ahora y ellos están aprendiendo a ser empáticos (y yo también).
P.D. he estado en un PISE, PIE, etc.