sábado, julio 18, 2009

152. Profesores desorientados

El título exacto del interesante reportaje de El País es "La era del profesor desorientado" (enlace en el título) y en él se esgrime una serie de razones por las que
"los docentes no tienen claro, no encuentran o no les ofrecen las herramientas necesarias para enseñar a unas nuevas generaciones de jóvenes que no responden de la misma manera que las anteriores a la educación escolar."
El sociólogo Fernando Gil, por ejemplo, habla de que los profesores se enfrentan a la generación más desorientada y con los padres más permisivos y menos autoritarios de la historia.

Al parecer, a raíz del Informe Talis de la OCDE, que ha encuestado a 90.000 profesores de 23 países, la percepción de los docentes españoles sobre el ambiente escolar ("la disciplina en el aula, las relaciones profesor-alumno") es la peor de todas. Mientras que unos se quejan de que se les ha despojado de la autoridad, otros hablan de que hay que ganársela en el aula. Creo que los primeros son los de la vieja escuela, mientras que los segundos están más concienciados en que ahora se trata de "intentar enseñar al 100% de jóvenes hasta los 16 años, a los buenos, a los regulares y a los malos (académica y disciplinariamente hablando)".
"todo tipo de tonos grises planean sobre dos maneras antagónicas de enfrentarse a un mismo problema. Hay quien pide adaptar los contenidos y las formas de enseñar para acercarlos a una generación que se aburre de muerte en las clases porque la mayor parte de lo que les ofrecen no tiene nada que ver con ellos (un ejemplo: alumnos capaces de distinguir la estructura morfológica de una oración pero no se saben expresar); y los que reclaman la vuelta al contenido clásico, a los conocimientos puros y duros que tradicionalmente se ha aceptado que merecen ser transmitidos."
Se habla, a nivel mundial, de adecuar las nuevas tecnologías y los contenidos de la información en la escuela (y de hecho, en el Informe Talis, muchos docentes reclaman más formación en nuevas tecnologías, un 26%, mientras que un 18% habla del control disciplinario y un 35% de la atención a necesidades especiales de aprendizaje).

No se trata sólo de meter ordenadores en un aula, como se ve en la variedad de las preocupaciones de los profesores encuestados, pero sí que habría que hacer hincapié en que casi todos reclamamos cambios, que van "desde simplemente atraer a los alumnos con cosas cotidianas" a " los más revolucionarios que piden reducir el número de materias" (con lo que estoy de acuerdo, aunque no con lo que sigue: "pasar a un tipo de enseñanza más parecido al que puede haber en Internet, es decir, ir saltando de un tema a otro, de un área a otra sin corsés", me parece algo irrealizable).

Se refleja también la postura (ultra) conservadora de Ricardo Moreno, docente y autor del Panfleto Antipedagógico. "Hay que volver a la escuela autoritaria y conservadora", además de echar la culpa a la ley educativa que aprobó el PSOE a principios de los noventa porque "Es un sistema que no educa, que no exige". La indisciplina es más manifiesta, dice el informe, más en modelos clásicos y unidireccionales en los que "el maestro enseña y el alumno escucha y aprende", no así con los modelos de enseñanza más participativos.

¿Problemas en ese modelo? Poca formación docente (dice Manel Perelló) y escasa vocación (Rafael Porlán: "Cuando se les pregunta qué son, muchos responden matemático o filólogo, en lugar de profesor").
"En todo caso, desde el blanco, el negro o el gris, todos parecen reclamar una revisión de un sistema que no está donde la sociedad reclama (...) , en un país donde se suceden las leyes educativas sin llegar nunca a un gran pacto de Estado entre partidos, sindicatos y padres.

"El reto de la escuela es crear buenos sistemas de apoyo para que cada profesor sea consciente de sus propias debilidades, y eso significa muchas veces cambiar lo que ellos creían que era mejor. Es necesario ofrecerles buenas prácticas en cada área específica y, sobre todo, motivarles para llevar a cabo los cambios necesarios", dice Andreas Schleicher.
Existen ya unos 100 comentarios asociados a la noticia, que si puedo reflejaré más adelante. ¿Qué opináis vosotros?

3 comentarios:

amelche dijo...

Yo lo he leído también antes y me he quedado pensando que, con artículos como ese, más valdría que los periodistas se dedicaran a debatir sobre el sexo de los ángeles y dejarnos en paz. A ver si, al menos, aportan algo más positivo, alguna solución, en vez de hablar de "saltar de un contenido a otro", la letra con sangre entra (no con esa frase concreta, no se han atrevido a ponerlo así, pero en algunos párrafos sobre la disciplina, se intuye esa idea) y cosas por el estilo.

Ya el título del artículo me parece casi ofensivo, echándonos la culpa, como siempre, de no saber hacer nuestro trabajo. Puede que estemos desorientados, pero a ciertos periodistas yo les regalaría un buen mapa y/ o GPS para que se orienten también.

eduideas dijo...

Creo que sí que hay mucho profesor desorientado, pero no comparto parte del diagnóstico: falta de vocación, problemas con las TIC etc. Es la formación lo que falla y más se demanda, pero formación útil y no de paparrucha, que sólo aumenta el recelo de los docentes

caperucitazul dijo...

Este es uno de los articulos mas demagogicos y manipuladores que he leido ultimamente.
(Disculpa la falta de acentos, el teclado frances...)
Un saludo