El 4 de diciembre apareció un interesante reportaje en el XL Semanal sobre los modelos educativos que lideran las clasificaciones mundiales en educación, deteniéndose en países como Finlandia, Suecia, Singapur y Corea del Sur a través de personajes destacados en educación, además de incluir unas reflexiones de James Heckman, Premio Nobel de Economía.
XL Semanal, 4 de diciembre |
Lo primero que llama la atención es cómo en estos países la educación tiene una importancia primordial, a diferencia de lo que ocurre en España, donde ni por asomo preocupa tanto (hablamos de preocupación en términos de importancia social, perspectivas de futuro, planteamientos a medio y largo plazo, no de preocupación por evitar que se propaguen las camisetas verdes como si fueran a provocar una especie de contagio).
Resulta interesante conocer otros sistemas educativos y compararlos con el nuestro. Para no extenderme demasiado, voy a dividir la entrada en tres partes: la primera, refiriendo los datos de Corea y Singapur; la segunda, los de Suecia y las reflexiones de Heckman, y la tercera, para dar con el "paraíso" educativo, Finlandia, cuyo nombre ya es algo así como algo reverencial.
De Singapur habla Saravanan Gopinathan, profesor del Instituto Nacional de Educación. Datos:
- "Le dedicamos [a la educación] el 20% del presupuesto. Lo consideramos una inversión, no un gasto (¿de qué me suena este latiguillo?). En 2010, Singapur creció un 14%".
- Premian la excelencia, pero no segregando a los mejores expedientes, sino a través de dos exigentes reválidas. Sólo los mejores van a la universidad.
- Han potenciado los institutos politécnicos. La Formación Profesional es de tres años y está basada en la investigación.
- Se les exige mucho a los profesores (trabajan de 7 de la mañana a las 5 de la tarde), pero sus sueldos equivalen a los de los ingenieros y pueden mejorarse mediante cursos y evaluaciones anuales.
En Corea del Sur, expone los datos Sunwoong Kim, profesor de la universidad de Milwaukee:
- "No debes pisar siquiera la sombra del maestro", dice un refrán coreano (aquí el equivalente sería "pisotea al maestro hasta quede echo sombra"...).
- El 7% del PIB se dedica a educación, aunque las familias pagan más que el Gobierno.
- Se premia el mérito y hay mucha competitividad: ser buen estudiante te lleva a la élite.
- Envían a muchos alumnos al extranjero (75000 por los 3000 exiguos de España).
- Exámenes de acceso a la universidad muy exigentes.
- El 98% acaba la Secundaria (aunque habría que ver qué porcentaje de población puede acceder a ella, claro).
- Sus presupuestos dedicados a la educación son muy superiores a España (aquí se destinaba un 5,7% en 2007, según el informe de la OCDE de 2010; en la Comunidad de Madrid los datos son más sangrantes: en 2010, un 2,46%, a la cola de las comunidades de España, datos sacados en Fapar).
- Existe una carrera docente y una mayor inversión en el profesorado. No sólo se trata de pedir más dinero, sino de controlar el trabajo realizado. Aquí da igual dedicarte a actividades extraescolares, involucrarte en todo tipo de acciones, que tu consideración será la misma que el compañero que acostumbra a darse de baja en el mes de octubre, el catedrático que sigue dando los mismos apuntes que 30 años atrás, el que llega tarde, el que ni se sabe los nombres de los alumnos...
- Las pruebas externas no sólo sirven para hacer el paripé de forma absurdamente inútil, sino que son reválidas exigentes. Adecuando un buen sistema de Formación Profesional para quienes no quieren cursar estudios universitarios.
Continuará...
2 comentarios:
Interesante, muchos datos ya los conocía, el tema de las reválidas no lo veo tan claro: ayuda a seleccionar a los mejores pero creo que deben etsar solamente para la universidad, no para la educación básica donde no hay que seleccionar. Lo comenté en su día en http://eduideas2.blogspot.com/2008/06/exmenes-externos.html
Pues sí, tienes toda la razón, Eduideas (te acabo de leer). Lo que sobra a todas luces es una reválida de diagnóstico como la que tenemos, que sólo sirve para levantar suspicacias. No hacen falta pruebas para saber si un chico quiere dirigirse por la FP y no por bachillerato...
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