viernes, octubre 21, 2011

215. La trist(e/ísima) realidad (II)

18 de 80 fuimos a la huelga.

Aunque esto parezca una entrada de twitter, no tengo más que decir por hoy.

Bueno, sí: mañana, 12:00, en Atocha,

MARCHA POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

3 comentarios:

amelche dijo...

Pase lo que pase, había que hacerlo y te quedarás con la conciencia tranquila, porque lo hiciste. Un abrazó.

Chema dijo...

La factura que los docentes íbamos a pagar por este inicio de curso era evidente: por una parte, falta costumbre de una lucha continuada en el tiempo y que no siempre es fácil encontrar tiempo, fuerzas y ánimo para seguir adelante. Es duro, por otra parte, tener enfrente a una serie de personas que o bien no tienen ni idea de lo que se refiere a los asuntos educativas (Espe-cía) o bien saben pero mienten más que hablan (Alicia en el país de las mentiras, como tituló el bueno de Fernando López una entrada).
Tema no menor es la otra factura, la de todos los meses, y es que dejar de ingresar trescientos euros en cada nómina es un problema para muchos compañeros ( por cierto, ¿alguien se ha hecho eco de la rapidez con la que la CAM descuenta ese dinero desde el minuto uno y, en cambio, no tiene ninguna prisa a la hora de pagar los desplazamientos de los profesores cada curso, cuando no de ¿equivocarse? en la paga extra de verano de todos sus docentes?)
De todas formas a mí, personalmente, no me sorprende la actitud de algunos profesores, y no de aquellos que tienen apuros económicos precisamente, porque he conocido a unos cuantos que no es que no fueran a ninguna huelga, es que ni les importó que eliminaran los Centros de Apoyo y Foramción del Profesorado, que no dijeron ni mu cuando daba sus pasitos la progesiva desaparición de los departamentos de orientación, etcétera; es decir, todos aquellos avisos de lo que se nos venía encima, y que nadie puede decir ahora que no sabía nada y que todo esto le pilla por sorpresa.El problema más grave es que, por no defender entonces aquellos recortes -curiosamente, no hubo ningún problema en usar esta palabra en aquellos momentos, incluso por parte de la misma Consejería, ¡cómo ha cambiado el cuento!- ahora estamos como estamos.
No obstante, y para no repetir cosas ya dichas en otros comentarios de este mismo blog, creo que aún hay un respaldo importante por parte del profesorado y también de los alumnos y padres. Es más, el hecho de que muchos profesores se impliquen más aún en sus clases e incluso saquen tiempo de donde no lo hay para no perjudicar a los alumnos, hace más verosímil si cabe las reivindicaciones de los mismos ante la sociedad. Lejanos quedan, por fortuna, aquellos tiempos que algunos vivimos en los que en un trimestre universitario casi no había clases por huelgas de todo tipo.Si miramos un poco hacia atrás veremos que, cuanto se ha hecho hasta el momento, es, por decirlo en una sola palabra, ejemplar.

Chema dijo...

Se entiende por el contexto, pero hay una errata en mi texto anterior, que debía decir:"por no defendernos entonces contra aquellos recortes".