domingo, noviembre 27, 2011

224. Campañas propagandísticas

Estamos acostumbrados a convivir con la publicidad y no nos extraña ya casi nada. Pero cuando te paras a pensar en ciertos usos de las campañas propagandísticas sí que te rechinan ciertos aspectos. Por ejemplo, cuando no nos dejan de recordar la crisis en la que estamos inmersos a través de los necesarios y profundos recortes en la Educación Pública (porque para a la privada no hay que privarles de nada), ves los despilfarros con campañas publicitarias como la del "Nos gusta cómo despilfarras" y no sabes en qué quedamos:

Y es que desde hace meses nos acompañan ciudadanos urbanos haciendo todo tipo de bailes y contorsionismos, que sin duda representan las piruetas gimnásticas a las que te ves expuesto en hora punta para pillar un metro o acomodarte por las atestadas escaleras (las mecánicas no funcionan). Pronto estas figuras se pondrán el gorro navideño y abrigos más tupidos (previa nueva partida presupuestaria de antemano, claro) para anunciar el "Nos gusta cómo gastas tu dinero", digo, que se refuerzan las líneas de metro en estas festivas fechas donde el caro alumbrado navideño no puede faltar (pero sí en cambio la educación pública, que hay que priorizar).

No me quiero remontar a la infausta (y carísima) campaña en apoyo del profesorado, la más inútil de la historia, puesto que pocos meses después se encargarían Esperanza Aguirre, Lucía Figar, Ana Botella y alguno más como el recientemente cesado Alberto Granados de echarla por tierra insultándonos y menospreciándonos.
¿Algún profe se identificó con estos repelentes docentes, por cierto?

 Bueno, pues si pensabas que lo habías visto todo es que te faltaba en tu vida un... ¡ciberamigo! Esta es la manera más ingeniosa que se le ha ocurrido a la Comunidad de Madrid de luchar contra el ciberbullyng, porque ya está dicho, en las clases se va a instruir, no a educar. Y donde esté este ciberrobot que se quiten los carcaprofesores. Los niños, adolescentes y universitarios (porque el cartelito ya sólo lo he visto últimamente en la estación de Hospital de Fuenlabrada, la de la universidad Rey Juan Carlos) ya saben que si alguien le hace la vida imposible tiene a este ciberpersonaje a su ciberposición para que le cibersolucione sus ciberproblemas. Y todo gracias a nuestra CiberPresidenta.

Que se dejen de cibergilipolleces y si hay que ahorrar, que ahorren de verdad, que las mentiras empiezan a creérselas cada vez menos (muy interesante la reflexión en Ventanas del Falcón al respecto).


1 comentario:

eduideas dijo...

100% de acuerdo, basta de gilipolleces, es el único comentario posible