
Mi mala memoria (o mi despiste, van a régimen compartido) a veces me juega malas pasadas: anotaciones que apunto y que luego olvido (o pierdo el papel donde lo he apuntado); deberes que mando y que no recuerdo; proposiciones que me hago y que no tardo en abandonar (como el concurso de verbos que he dejado por la mitad); faltas que no sé si he justificado o no porque no he tachado las que ya tenía pasadas a limpio; fotocopias que no sé si ya he mandado hacer; fechas de exámenes que me sorprenden el día anterior... Un desastre, vaya.
Sin ir más lejos, esta misma entrada se iba a componer de dos ejemplos de mi mala memoria y aunque parezca hecho aposta, de una anécdota no me acuerdo... Así que aquí va la única que no he olvidado:
Ayer, ya fuera yo del insti, recibo la llamada de una compañera que me pregunta si había quedado con alguna madre. Al parecer, la tengo esperando desde hace una hora. A mí no me suena nada, juraría que la última cita había sido el martes, pero lo peor es que no puedo asegurarlo. Me pasé la tarde dándole vueltas, repasando mentalmente la lista de clase sin éxito, atribuyéndole la identidad de esa madre a dos o tres posibles candidatos si es que resulta que sí existía dicha cita.
Al final, resulta que la madre le "pertenecía" a un tutor de primero. La madre se ve que se confundió de nombre (le he puesto varias notas y le sonaría mi nombre). Un alivio, pero a la vez un trauma porque hasta confirmar que el error no había sido mi culpa, he necesitado de terceros. ¡Como para fiarme de mí mismo!
Espero no cometer ningún despiste ahora, que se nos echan encima las evaluaciones (en este centro todo funciona al revés y nos adelantamos un mes a las vacaciones por aquello de que salgan evaluaciones equitativas en cuanto a número de día. Otra estupidez, vaya).
(Sin novedades respecto a la reducción de plantilla, salvo nuestras consultas: al parecer está derogada en la Comunidad de Madrid la ley que obligaba a los desdobles en las materias instrumentales y por tanto estos se mantienen o se desechan según el criterio de no sé quién; así que la opción es hacer ver al director de la importancia de nuestra asignatura para que dé prioridad a nuestros desdobles antes de los de música, plástica, naturales o física y química).