miércoles, febrero 17, 2010

188. Por fin, una clase de literatura entretenida


Lo usual, y me refiero a 1º de bachillerato por aquello de que presupones un poco más de profundización en el temario de literatura, todas las clases previas habían resultado un tostón, una especie de radiografía exacta del bostezo.

No sé si debido a mi incapacidad o influenciado por la inercia de las caras largas y la nula participación de la clase, el caso es que me aburría yo explicando (bueno, precisaré: dictando, cuando explico me dicen y repiten que les dicte...) y ellos recibiendo pasivamente, sin apenas aportar.

Los comentarios de los fragmentos literarios eran más bien escasos: lectura, preguntas por mi parte, y silencio... Un poco frustrante. Yo mismo salía pensando que si fuera alumno, detestaría al profesor de lengua por el pestiño de clase.

Hasta hoy, gracias a La Celestina, de la que han entregado ya el trabajo de lectura. Es decir, que gracias a que conocían la obra hemos podido romper esa dinámica de la estática. Preguntas que se respondían, opiniones, interpretaciones... Ojalá fuera así siempre... O al menos parecido.

5 comentarios:

Cristinaa dijo...

Hay veces que no tenéis otra opción que dar pestiños de clase, aunque ya veo que has podido arreglarlo al final =)


Pues sí, liada a más no poder. Creo que la semana que viene empezaré a ser persona, pero todavía no es seguro :S

Un besazo!

Anónimo dijo...

Cómo cambia una clase de Literatura cuando se puede hacer una crítica personal tras haber leído el libro.

La verdad es que la Celestina gusta a los alumnos, aprovecha el tirón. Un saludo

Anónimo dijo...

Están deseosos de dar su opinión, de ser escuchados con atención... ¿Qué tal un comentario de texto sobre algún programa "telebasura"? ¿O sobre alguna peli? :) Todo sea por que aprendan casi sin darse cuenta.

Gracias por abrirnos las puertas de tus clases.

Un abrazo, tu seguidora Inma.

Lourdes Domenech dijo...

¿Qué tendrán los alumnos que solicitan al profe que dicte? ¿Será que es una práctica más habitual de lo que debiera?
¿Dónde queda el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza? ¿Dónde la crítica y el debate?

Ay, no sabes cómo me alegra que hayas podido romper la inercia. Aprovecha el tirón.

caperucitazul dijo...

Hola: yo he tenido hoy una experiencia similar con Bachillerato y La Celestina. A mí me funciona muy bien un método que a muchos les suena tradicional y retrógrado, pero con el que yo obtengo fantásticos resultados: les mando un fragmento que tienen que leer y comentar para el día siguiente. Evidentemnte, llega el día y casi nadie participa o muy pocos lo hacen con la suficinete profundidad. Entonces tomo yo la palabra y comienzo a explicarles en plan discurso magistral (pero sin dictar): les hablo del amor cortés, de Calixto y lo ridículo que resulta, etc. Les comienzo a preguntar, como no responden, sigo con mi discurso, y poco a poco, empiezan a levantar la mano y a preguntar o a dar su opinión.
A veces parece que olvidamos que la retórica del profesor es muy, pero que muy, importante.
Otras veces, por supuesto, hay que buscar otros métodos.
Un saludo