119. Harto

• De compañeros que no cumplen con su trabajo y perjudican a los alumnos (en este caso, de mi tutoría: llegando tarde sistemáticamente quince minutos, fumando en el aula, yéndose de clase si viene algún amigo, no explicando la teoría al margen del libro...).

• De ver cómo funcionan las dinámicas al margen de las tradicionales clases magistrales y aun así no se fomentan con más asiduidad (ha triunfado la actividad de crear un poema de amor a imitación de los modelos escritos a lo largo de la historia de la literatura; la primera planta está llena de folios de colores con creaciones, algunas muy originales y muy simpáticas, de alumnos de todos los cursos).

• Del mal funcionamiento de jefatura. Ayer la misma alumna de todo el curso la lía insultando gravemente a una profesora que pasaba, la oye mi compañera, la manda a jefatura y los santos ovarios de esa niña le hicieron no bajar a jefatura y encerrarse en el cuarto de baño. Hasta dos avisos, por lo visto, tuvieron que hacer llegar los de guardia a la jefa de estudios; al final tuvo que subir el director. ¿Hoy? La niña defendiendo su actuación y encima en clase, ya que la expulsión no se ha realizado de forma inmediata (también estoy harto de esa niña, de paso).

• Del cúmulo de tópico romántico, ñoño y sensiblero incrustado en los cerebros de los alumnos y de lo conservadores que se han vuelto nuestros nenes, que buscan el amor para toda la vida desde los doce años y se aferran a él como si otras valoraciones fueran secundarias. Qué daño han hecho las películas románticas, los culebrones y el cancionero moderno aferrado al pastiche: apenas hay cartas de amor que se salgan del "Te quiero, mi amor. Eres el jardín de mis noches y el motivo de mi existencia". Menos mal que en las bases se pedía originalidad...

• De algunas injusticias. Leo el 20 minutos y me indigno al ver que "Transportes quita trenes de metro y buses para ahorrar". Y que hayan subido un 10% las tarifas sin embargo. Luego leo esta carta del lector Esto es ahorrar y me encabrono porque parece que las soluciones se limitan a echar al que cobra 500€ y mientras tanto se permite que altos cargos cobren miles y miles de euro.